Un rancho familiar es el indiscutible culpable de que hoy Rafael Ortiz Heatley sea el único mexicano que practica kayak extremo y freestyle a nivel internacional. “Cuando tenía cuatro años mis papás se convencieron de que querían un lugar de descanso fuera de la ciudad donde pudiéramos convivir más con la naturaleza”, platica el atleta Red Bull. Fue así como Veracruz, y con el tiempo el río Filobobos, se convirtieron en el sitio predilecto del fin de semana.
Rafael Ortiz Heatley, el único mexicano que practica kayak extremo y freestyle
Te presentamos a los atletas de Red Bull que forman parte de nuestra primera serie web de deporte extremo.
Él y su familia comenzaron a practicar rafting, y fue cuando cumplió 14 años cuando un kayak le cambió la vida. “Mi papá me lo regaló de cumpleaños; ni mi hermana ni yo teníamos idea de cómo usarlos, pero nos fuimos al río y nos aventamos”. Rafa comenta que el aprendizaje inicial fue totalmente empírico, desde interminables búsquedas en Internet hasta unos buenos golpes en el agua… De una u otra forma, lo importante fue que Rafa descubrió que descender un río era algo a lo que se estaba volviendo adicto.
Fue en su primer viaje a Canadá donde Rafa obtuvo una nueva visión del Kayakismo. “Tenía 15 años, y fue ahí donde tomé mi primer curso formal; tuve la oportunidad de codearme con gente profesional; los años posteriores continué yendo a Ottawa (ya que ahí está el mejor río para esta disciplina)”, agrega el atleta.
Fue en una de estas visitas donde Rafa obtuvo a su primer patrocinador: Jackson Kayak. A partir de entonces comenzó a participar en competencias internacionales de freestyle, pero teniendo la desventaja de que en México no podía practicar esta modalidad debido a que en ese país no hay ríos aptos para ello, sólo para creeking.
Conocer al geólogo Ben Stookesberry fue otro parteaguas en la vida de Rafa. “Lo conocí en Estados Unidos. Él estaba a punto de venir a México a hacer un recorrido al río Alseseca, en Veracruz; cabe destacar que lo que el río Ottawa es para el freestyle, éste lo es para el creeking. Él es expedicionista de National Geographic, y nos invitó a mí y a Nick (kayakista profesional y mejor amigo) al viaje”.
El atleta Red Bull comenta que ésta ha sido la mejor escuela para él. “Fue como empezar de cero: desde llevar una backpack con una tienda de campaña y platos mientras desciendes el rió en kayak. Se trataba de correr rápidos muy difíciles. Llegas a una cascada y no hay otra opción más que correrlo”, explica.
En palabras de Rafa, el kayak freestyle se trata de habilidad (gana el más ágil, el más fuerte); en cambio éste es un rollo mental. “Fue en este viaje cuando supe que esto era lo mío”, dice.
Practicar esta modalidad de kayakismo se acopló a los planes de Rafa. “Las circunstancias se dieron. Me encanta la adrenalina, la naturaleza y, sobre todo, viajar. El hecho de ir a países como la India y correr ríos que nadie ha descendido es inexplicable”, cuenta.
Por lo pronto, los planes de Rafa son acabar su carrera, siempre y cuando se escape lo más seguido posible a sumergirse en corrientes de agua vírgenes para un kayak. “Tendré aún más oportunidad de cumplir estos sueños, ya que desde hace varios meses y después de una serie de evaluaciones, el equipo de Red Bull me apoya en mi carrera como kayakista”.
Finalmente, el atleta describe que al llegar a una cascada se conjuntan todo tipo de sentimientos: nervios, extrañeza, emoción. Sin embargo, enfatiza que estando en el borde todo se borra, entras a otro canal. Cada remada es importante y el silencio impera, es un trance. No se trata de hacerlo perfecto sino de saber reaccionar. “El rollo del freestyle es casi espiritual”. Para Rafa es como enfrentarse a un monstruo al que está pensando cómo sobrevivir.