La Habana - El béisbol llenó este martes su propia página en la reconciliación de Cuba y Estados Unidos: peloteros cubanos que fueron estigmatizados por desertar volvieron a la isla como parte de una constelación de estrellas de Las Grandes Ligas.
Peloteros desertores cubanos volvieron a su país con MLB
En La Habana delegación de las Grandes Ligas, con varios peloteros cubanos, para negociar con Federación Cubana de Béisbol
Ejecutivos de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos dijeron en La Habana que esperan jugar con uno de sus equipos en Cuba la próxima primavera y que tratarán sobre la contratación de peloteros cubanos con las autoridades deportivas de la isla.
Se trata de un doble giro político cubano: entrar en negociaciones con Las Grandes Ligas, acusada por mucho tiempo de robar talentos, y recibir como visitantes oficiales a deportistas desertores, que antes solo podían regresar en esporádicos viajes familiares.
El jefe de la Oficina Legal de la MLB, Dan Halem, dijo que esperan poder realizar dos partidos de exhibición en la isla con el club Tampa Bays Rays la próxima primavera, en medio del proceso de normalización de relaciones que tiene lugar entre Cuba y EEUU, aun que indicó que en este momento "no hay nada decidido ni oficial".
Halem compareció en una rueda de prensa como parte de la primera delegación de las Grandes Ligas que visita la isla tras el deshielo diplomático entre los gobiernos de La Habana y Washington que se concretó con la apertura de sus respectivas embajadas el pasado julio.
La comitiva encabezada por Joe Torres, director de la oficina del comisionado de las Grandes Ligas, también la integran el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores, Tony Clark, y el consultor especial, Dave Winfield.
Pero también les acompaña un grupo de jugadores de clubes de la MLB, entre ellos, el venezolano Miguel Cabrera, los cubanos Alexei Ramírez y Bryan Peña, que juegan en Chicago White Sox (Medias Blancas) y los Reds de Cincinatti, así como José Dariel Abreu y Yasiel Puig, quienes tras abandonar ilegalmente el país fueron calificados como "desertores" en la isla.
Los representantes de las MLB recalcaron que el béisbol es algo que Cuba y EEUU tienen "en común" y que tanto las Grandes Ligas como la Asociación de peloteros desean contribuir al desarrollo de la pelota en la isla porque "el béisbol es un idioma universal", en palabras de Joe Torres.
Durante los tres días de su visita de buena voluntad a la isla, los ejecutivos de las MLB tienen previsto mantener conversaciones con federativos del béisbol cubano, con los que tratarán sobre el eventual contrato de jugadores de la isla.
En ese sentido, Tony Clark señaló que ese es un asunto que requiere de la cooperación de ambos gobiernos y de "mucha negociación".
La ley del embargo que aplica Estados Unidos a la isla impide ese tipo de convenios, y los peloteros cubanos que han logrado el fichaje en las MLB ha sido tras abandonar definitivamente el país.
El comisionado nacional de béisbol de Cuba, Heriberto Suárez, dijo este martes a periodistas que "la ley del bloqueo afecta esta negociación y por eso estamos reunidos. Esto es la punta de un iceberg que poco a poco tendrá que pasar".
Uno de los peloteros visitantes, el primera base José Abreu (Medias Blancas de Chicago), quien se marchó de la isla en agosto de 2013, dijo que le sorprendió y "nunca había imaginado" este viaje y por ello dijo estar "muy contento y agradecido de la vida, a las grandes Ligas y a la Asociación por esta oportunidad de regresar nuevamente a nuestra patria".
Abreu, de 28 años, dijo que en los dos años que lleva en las MLB "ha cumplido las metas que me he planteado y muy agradecido por la vida de darme la oportunidad" que es "un punto de partida para seguir adelante" en su carrera en las Grandes Ligas, y además se mostró dispuesto a jugar nuevamente en la isla.
El programa de la delegación de la MLB hasta el próximo jueves en Cuba, incluye también dos clínicas de béisbol juvenil, en La Habana y Matanzas, así como la beca por 200.000 dólares que entregará la Asociación de peloteros norteamericana a la institución de la Igleisa Católica "Cáritas Cubana".