Anthony Joshua tendrá la inmejorable oportunidad de recobrar los títulos AMB, OMB y FIB de peso completo ante Andy Ruiz Jr. el próximo siete de diciembre, pero sobre todo de mandar un mensaje a la división y a los fans que ya no le consideran parte de la élite del boxeo.
Anthony Joshua, de la humillación a la revancha
El retador inglés llegará con más experiencia sobre cómo pelearle a Andy Ruiz Jr. y con un físico diferente.
Bastaron siete rounds y varias caídas de Joshua a la lona en junio pasado para que Ruiz Jr. lo exhibiera en todo eso que se pensaba pero nunca se dijo del entonces monarca a vencer en la categoría reina: que no tenía juego de pies, que era muy lento por el exceso de masa muscular, que no sabía cortar el ring y mucho menos quitarse golpes; si había conservado el invicto era por su poder en ambas manos meramente.
El llamado a Ruiz Jr. como el sustituto de último minuto --motivado por el mismo 'Destroyer'-- tras el dopaje de Dillian Whyte, dotó de confianza en exceso al equipo del inglés. Después de todo, quién habría pensado que un peleador regordete con cara de niño y con una clara desventaja en la estatura, podría destronar al todopoderoso 'AJ'.
Si bien el físico no lo es todo en el boxeo, el 'Destroyer' tampoco logró alentar la más mínima posbilidad de ganar, ya que en sus últimas cinco peleas solo había enfrentado a un rival de élite ( Joseph Parker), por el cinturón vacante de la OMB, y perdió por decisión mayoritaria.
Ahora con un físico más trabajado, ágil y rápido, y sin la presión inherente a todo campeón, Anthony Joshua amenaza el legado del único monarca de peso completo en la historia de México, quien podría cometer el mismo pecado que el inglés en junio pasado cuando quedó cegado por los reflectores.
Una victoria del inglés no solo abriría la tremenda posibilidad de un trilogía, sino también reconfiguraría las clasificaciones de los pesos completos y las combinaciones de futuros enfrentamientos en una categoría que se creía desaparecida.