‘Canelo’ Álvarez y Gennady Golovkin se enfrentarán este 15 de septiembre en Las Vegas, Nevada, una revancha esperada por los fanáticos mexicanos. Los pugilistas que se subirán al ring comparten el orgullo de una patria y comparten el mismo amor por México.
Canelo vs. GGG II, con el mismo orgullo mexicano: ‘Chepo’ Reynoso y Abel Sánchez
Los responsables del éxito de los boxeadores nacieron en México, uno era carnicero y el otro albañil.
El kazajo y el jalisciense tienen en su esquina a dos hombres que nacieron en México, Abel Sánchez es el albañil nacido en Tijuana que se convirtió en entrenador y que guía a GGG; José ‘Chepo’ Reynoso es el carnicero de profesión nacido en Zacatecas que se volvió el mentor de Canelo. Ni Sánchez ni Reynoso se llevan los reflectores, pero saben que han creado unas auténticas máquinas que rayan la perfección en el boxeo.
Gennady Golovkin ha conquistado el corazón de muchos mexicanos, incluso algunos lo prefieren por encima de Saúl Álvarez, gran parte de ese sentimiento se encuentra en el llamado ‘estilo mexicano’; esa peculiar forma de enfrentar al rival en un claro intercambio de golpes. En Kazajistán, evidentemente, Gennady no aprendió esa forma de pelear, eso se lo enseñó Abel Sánchez.
“El vino solo con una mochilita, dispuesto a trabajar. Le mostré un video de Julio César Chávez cuando enfrentó a Edwin Rosario y le comenté que eso era lo que veía en él, que quería que Julio fuera el ejemplo de lo que queríamos ser”, comenta Sánchez respecto a la forma de pelear de Golovkin.
Por las manos de Sánchez han pasado 17 campeones mundiales, cuando conoció a ‘GGG’ fue en el 2010, pensaba retirarse y dedicarse de lleno a la construcción. “Ya me había retirado, ya no quería dirigir boxeadores porque en mi negocio de construcción me estaba yendo muy bien”, afirma el tijuanense radicado en California.
Pese a ello accedió y con ello el cariño por México no solamente se manifestó en el boxeo, Golovkin era un mexicano sin papeles. “La culpa es de Abel… me encantan los tacos, me gusta estar en la Ciudad de México es grandiosa”, dice Golovkin.
El cariño de algunos mexicanos para Golovkin no representa ningún celo para Chepo, ya que se toma las muestras de cariño para el europeo con filosofía: “No soy monedita de oro, dice una canción. A veces en tu misma casa a tus propios hermanos les caes mal. Nosotros trabajamos para demostrar quien es el Canelo”, considera Reynoso.
Probablemente el vínculo de Sánchez con Gennady es grande, pero el de Reynoso con Álvarez es enorme. Cuando Canelo era apenas un niño, Chepo vio el talento que poseía y desde ese momento han sido inseparables. “Yo le puse el nombre de Canelo, cuando llegó con nosotros tenía 13 años y hemos crecido todos de la mano. Han pasado muchos años, pero seguimos unidos”, dice el entrenador de Canelo Álvarez.
Pero Abel Sánchez considera que el cariño que tienen los mexicanos por Golovkin está en su sencillez y no en la presunción que a veces muestra Álvarez. “Creo que… por la humildad, él no es alguien que esté presumiendo lo bueno que es. Él está ahí para toda la gente y los mexicanos lo miran así”, apunta Sánchez.
La campana aún no suena, pero ambos pugilistas pueden presumir que forman parte de un legado compuesto de grandes entrenadores de boxeo. Los dos con esquinas opuestas y los dos con un profundo orgullo mexicano. Sea cual sea el vencedor entre Canelo y GGG, un entrenador mexicano se llevará toda la gloria.