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    Carl Frampton considera que el boxeo quedará noqueado con el coronavirus

    El antiguo campeón de peso gallo y superpluma cree que tomará muchos años levantarse al pugilismo.


    Por:
    TUDN

    Carl Frampton

    Imagen John Locher/AP
    Carl Frampton

    El excampeón de peso gallo y superpluma, Carl Frampton no se mostró muy positivo respecto a la situación del boxeo en el mundo y el paro que ha existido en los deportes por el coronavirus. La crisis económica ligada al largo periodo de confinamiento a causa de la pandemia de coronavirus dejará KO al boxeo durante mucho tiempo, estima el excampeón. Frampton, quien afirmó este sábado a BBC Radio Five Live que "podría llevar mucho rato que se levante".

    El 17 de enero de 1942, en Louisville, Kentucky, nació Cassius Marcellus Clay Jr. Su primer gran logro fue en los JJOO de 1960 al conseguir la medalla de oro. Cuatro años más tarde se proclamó campeón de los pesos pesados como profesional y, eventualmente, se convertiría en el mejor boxeador de todos los tiempos.
    Tras derrotar a Sonny Liston por los títulos de la AMB, NYSAC y CMB, anunció que cambiaría su nombre por ‘Cassius X’ (inspirado en Malcom X) y días después lo volvió a cambiar por ‘Muhammad Ali’, nombre conferido por el líder de la Nación del Islam de aquellos años.
    El récord profesional del presumido, carismático y mítico boxeador, se resume en 56 victorias (37 por nocaut) y cinco derrotas. Sus combates más recordados fueron ante Joe Frazier y George Foreman. Pero los mejores momentos de Muhhamed no se limitaron a los cuadriláteros.
    Ali, quien fuera víctima del racismo en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, no se incorporó al ejército estadounidense para el conflicto bélico de Vietnam en 1967. Decisión que lo despojó de su licencia para boxear tres años.
    “Dispararles, ¿por qué? Nunca me llamaron negro, nunca me lincharon, no me atacaron sus perros, no me robaron mi nacionalidad, no violaron ni mataron a mis padres. ¿Cómo puedo disparar a esa pobre gente? Simplemente llévenme a la cárcel”, declaró.
    Siempre aprovechó su influencia mediática para defender a las minorías; en particular a los conflictos raciales en el mundo. Sus conceptos fueron tan potentes como sus puños. Arremetió contra la política y la esclavitud. Tuvo encuentros con los líderes Fidel Castro y Nelson Mandela, por quienes sentía una profunda admiración.
    El que ‘flotaba como mariposa y picaba como abeja’ fue diagnosticado con Parkinson a los 42 años, poco después de su último combate. La enfermedad neurodegenerativa, también llamada parálisis agitante, se caracteriza por aumento en el tono muscular, temblor y pérdida del control de la postura.
    Encendió el pebetero de los JJOO de Atlanta 1996 y el avance de la enfermedad era evidente. El mal de Parkinson lo aquejaría durante tres décadas. Durante ese tiempo, Muhammad se dedicó a crear conciencia sobre la enfermedad que, para ese tiempo, no era tan conocida.
    Uno de los actos más grandes de amor que Ali tuviera por la humanidad, sucedió en 1997. Junto con el filántropo Jimmy Walker y el médico Abraham Liberman, fundaron el Muhammad Ali Parkinson Center.
    La fundación con sede en Arizona no hace distinciones étnicas ni raciales para atender. De hecho, existen programas integrales de servicios en español, dada la comunidad hispana que radica en Estados Unidos. La condición socioeconómica tampoco es una limitante para atender a los pacientes.
    Aunque no se conoce con exactitud cuál es el factor determinante para desarrollar la enfermedad, los médicos opinan que la combinación entre genética y factores ambientales puede derivar en el mal de Parkinson. Incluso, algunos afirman que los golpes que recibió Ali a lo largo de carrera no causaron la enfermedad.
    Aun no hay cura para el Parkinson, sólo medicamentos que ayudan a mitigar los malestares y así prolongar el tiempo de vida del paciente. Si bien ‘El campeón del pueblo’ falleció al tercer día de junio de 2016, su legado es inmortal.

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    Imagen Dieter Endlicher/AP
    El 17 de enero de 1942, en Louisville, Kentucky, nació Cassius Marcellus Clay Jr. Su primer gran logro fue en los JJOO de 1960 al conseguir la medalla de oro. Cuatro años más tarde se proclamó campeón de los pesos pesados como profesional y, eventualmente, se convertiría en el mejor boxeador de todos los tiempos.


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    "Esto podría llevar mucho rato para (que el boxeo) se vuelva a levantar", declaro el púgil norirlandés de 33 años.


    "Hablo de meses, quizá de años antes de ver al boxeo volver a ser lo que era antes (de la crisis del coronavirus)", estimo el antiguo campeón del mundo de supergallo y del peso pluma.

    "Por lo que a mí respecta, la mayoría del dinero y de las bolsas que gané proceden de derechos de TV, pero hay chicos que pelean en veladas no retransmitidas por la tele, cuyos organizadores necesitan vender entradas para que puedan vivir", explicó Carl Frampton.

    "Si la gente tiene miedo de las reuniones multitudinarias esos chicos no podrán vender entradas, o si la gente no tiene medios para comprarlas porque han perdido su empleo", presagió.

    Frampton se declaró partidario de la idea del célebre promotor estadounidense Bob Arum de bajar los precios de las entradas para favorecer que los aficionados se acerquen de nuevo a los cuadriláteros.

    "Estoy encantado de que un promotor haya sido capaz de decir eso. Los precios de las entradas en el Reino Unido son astronómicos e comparación con los de Estados Unidos", añadió.

    Antes de la pandemia de coronavirus, Frampton tenía previsto enfrentarse a mediados de junio al vigente campeón OMB de superpluma, el estadounidense Jamel Herring, pero por el momento esta pelea está en suspense.


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