Se cumplen 30 años de la histórica pelea Julio César Chávez vs. Haugen en el Estadio Azteca

Se cumplen 30 años de aquella noche mágica en el boxeo mexicano, donde Julio César Chávez se enfrentó a Greg Haugen en el Estadio Azteca, en una pelea que quedó marcada en la historia y que impuso un récord Guinness de asistencia a nivel mundial.

Fueron 136 mil personas (según cifras de Don King) las que se dieron cita el sábado 20 de febrero de 1993, donde el Gran Campeón Mexicano vivió una de sus peleas más emblemáticas al noquear al estadounidense en el quinto round. Chávez liquidó a su oponente, a quien antes le había advertido con "arrancarle la cabeza" para revalidar su estatus de campeón superligero.

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Con la participación de Mijares en el himno nacional mexicano y una entrada memorable al ritmo de "México lindo y querido", Julio César Chávez firmó un regreso emblemático a la capital mexicana y superó el registro de asistencia de Michael Jackson en el Coloso de Santa Úrsula y logró el récord Guinness del duelo de boxeo con más asistencia en el mundo.

"No le podía fallar a este público maravilloso. Qué bueno que mucha gente se tragó su veneno que el Azteca no se iba a llenar", dijo al final de aquella pelea frente al norteamericano. Al final 136 mil personas contabilizó en su momento el promotor Don King; aunque el total oficial fue de 132 mil 247 espectadores

CHÁVEZ REGRESA AL ESTADIO AZTECA Y RECUERDA SU PELEA CONTRA HAUGEN

Y es que la leyenda del pugilismo semanas atrás vivía con la preocupación de poder llenar el innmueble: "Nunca pensé que iba a llenar el Estadio Azteca", recuerda Chávez.

En su regreso a la cancha por el 30 aniversario de su combate contra Haugen, el nacido en Ciudad Obregón recuerda la tensión que vivió por intentar llenar el Coloso de Santa Úrsula.

"Me visualizaba cómo iba a pelear, me preparé a conciencia para la pelea pero siempre hubo momentos en que decía: '¿¡Chingada madre y si no se llena esa madre!?'", señala Chávez en entrevista para TUDN.

Tras 30 años de aquella mítica noche que quedó grabada en la memoria del pueblo mexicano, Chávez recuerda, desde el centro del campo, el gran momento que significó para su carrera y agrega que jamás olvidará ese instante.

"Darle las gracias a Dios y a todos los mexicanos por ese lleno que hicieron a reventar en el Estadio Azteca. Gracias por ese cariño que me dieron el 20 de febrero, nunca lo voy a olvidar, lo voy a llevar en mi corazón", sentencia el Gran Campeón Mexicano.