Lo trajeron a México desde Chile a base de engaños y se convirtió en la nueva joya del boxeo. Es la historia de Emilio Guzmán, el joven de 16 años que es un luchador de la vida y que la muerte de su tío, que era como un padre para él, lo llevó a realizar una promesa de ida.
Farid 'el único', nueva joya que prometió a su tío fallecido ser campeón mundial de boxeo
El chileno de 16 años fue traído a México con engaños y un gimnasio le cambió la vida.
“Mi papá porque me inició en el boxeo, igual que mi hermano. Es mi tío, pero mi crie toda la vida con él, por eso le decía papá. Él iba a ver todas mis peleas, y ahora por el tema del covid falleció hace dos años. Le hice una promesa, que iba a ser campeón del mundo y se la voy a cumplir. De hecho, me lo tatué aquí en el pecho”.
Su tío Luis lo llevaba a entrenar, a sus peleas, lo aconsejaba, y fue una frase que dejó marcada en el corazón de Emilio que la lleva de por vida como estandarte mientras entrena cuatro horas de lunes a sábado.
“Me decía que tenía que esforzarme bastante para lograr el objetivo, esto no es fácil, o si no todos serían campeones del mundo. Si eres constante puedes llegar a ser alguien en el tema del boxeo”.
Emilio llegó a la Ciudad de México engañado por un falso promotor, quien se aprovechó para sacarle dinero con promesas falsas de debut y patrocinios. Dejó a Guzmán, su hermano y primo en la calle, y tuvieron que caminar sin rumbo hasta que pasaron frente al gimnasio Arriola.
“Me contactaron por internet y confié plenamente en ese promotor, me dijo que me iba a debutar, que iba a ser campeón y todo lo que él nos estaba diciendo era una falsedad, porque le tuvimos que pagar pasaje, hotel y nos dejó aquí plantados”.
Su primer día fue una pesadilla porque Emilio no había comido, no traía ropa deportiva y tuvo que disputar un sparring como prueba para quedarse. Los entrenadores Rubén Lira y Abel Hinojosa vieron algo especial en él.
“A pesar de todo lo que ha pasado hasta su llegada aquí, es un chavo muy decidido que sabe lo que quiere y a pesar de su corta edad quiere ser campeón del mundo y estamos para trabajar para que lo sea porque tiene las facultades para serlo”, relató Lira, formador de cuatro campeones mundiales de boxeo y seis fojas.
Abel Hinojosa por su parte resaltó: “Emilio llega aquí al gimnasio aparentemente por un accidente, por una cuestión de equivocación que en realidad no existe, pero viéndolo en un sparring nos damos cuenta que tiene características como boxeador muy especiales”.
El apoyo de Roberto Arriola, dueño del gimnasio, ha sido vital para que Emilio Guzmán luche por sus sueños, le dio alojo y apoyo a su carrera. El nombre que llevará es Farid ‘el único’ Smail, su segundo nombre y apellido materno. Es apegado a sus padres, los llama diario y se abstiene de fiestas y distracciones porque en su mente está entrenar para cumplir la promesa de ser campeón mundial.