Freddie Roach es mundialmente conocido, más aún en Filipinas por haber entrenado al afamado Manny Pacquiao y es justamente quien lleva hoy las riendas del futuro cercano de Julio César Chávez Jr., si le hace caso.
Freddie Roach marca el camino a Julio César Chávez Jr.
El afamado entrenador pretende regresar al mexicano al lugar que su le obliga apellido.
Boxeador de gran potencial en su carrera como boxeador y que debió retirarse a los 26 años por el parkinson que padece, se ha convertido en el referente de la preparación, los entrenamientos y estrategia sobre el cuadrilátero.
Respetado y admirado en el mundo del boxeo, no es una sorpresa que haya rechazado entrenar al hijo de la leyenda de quien dijo en su momento que podría, pero tendría que hacer muchos sacrificios.
Chávez Jr. no mostró mucha seriedad y se distanciaron profesionalmente.
Por fin llegó la oportunidad de enfrentar a Daniel Jacobs, quien carga un palmarés de 35 ganadas (29 de ellas por la vía del cloroformo) por tres perdidas, sin empates, mientras que el mexicano trae un récord de 51 ganadas, 3 perdidas y un empate, que a diferencia de lo que se pueda pensar, no lo hacen favorito en las apuestas, pues su fama en la preparación de sus combates, anticipa el resultado para muchos.
Roach lo dijo en varias ocasiones, “Chávez me llama todos los días para que entrene a su hijo…” pero lo cierto es que se desmarcaba por la forma de entrenar del púgil de 33 años, irregular, a su manera y como le gustaba.
Ahora las cosas parecen distintas y su cuerpo luce diferente. Los entrenamientos lo muestran en forma, trabajado y sobre todo, una visión única de parte de su entrenador para llevarlo por el camino más adecuado para armar la estrategia de la batalla.
Hasta sus declaraciones han cambiado, asumiendo su papel en este rol previo a la batalla, de la que puede decirse, es decisiva en su carrera.
"Freddie Roach ha sido muy duro conmigo” dijo el sinaloense, “y eso me gusta porque con mi reputación ya no puedes saber si hoy estoy bien o si mañana lo estaré”.
“Durante dos meses iba al gimnasio y no sabía lo que me iba a encontrar. Él tiene la confianza de que puedo ganar" dijo el júnior.
tras un capítulo donde las drogas se mezclaron en su carrera, Chávez júnior aceptó que las usaba para evadir la realidad.
Ahora, se lo jugará todo en Phoenix, Arizona. Si convence, aunque pierda, puede tener una oportunidad, sólo si es capaz de mostrar un buen desempeño, de lo contrario, podría perder la poca credibilidad y convocatoria de los aficionados.