Gennady Golovkin volvió a portar la etiqueta de campeón del mundo al derrotar por decisión unánime a Sergiy Derevyanchenko en el Madison Square Garden, tras 12 rounds que bien podrían ser catalogados como los más difíciles de su carrera.
Gennady Golovkin vuelve a coronarse en el Madison Square Garden
Derevyanchenko le dio la pelea más dura de su carrera a pesar de la DU en su contra.
No hubo round de estudio. Golovkin arrancó como queriendo dar un mensaje no solo a Derevyanchenko y su esquina: sabía que alguien más estaría al pendiente del resultado de su contienda por el cetro vacante mediano de la FIB.
Con la guardia bien arriba, el kazajo empezó cautelosamente con el jab, seguido de ese peculiar upper con la misma mano que suele acomodar al rival para la dinamita de su puño derecho. Derevyanchenko intentó responder con la misma estrategia, pero más tardó en visitar la lona que en conectar un buen golpe para frenar al excampeón.
Round dos y las marcas de la batalla comenzaban a mostrarse en el pómulo izquierdo de Golovkin. Del otro lado, el ucraniano ya sangraba del ojo derecho.
Lo que se perfilaba hacia una victoria por nocaut a favor de Golovkin, se tornó un calvario a partir del tercer episodio. Con la amenaza inminente de una detención por el corte en su ojo, Derevyanchenko cambió su estrategia y comenzó a variar sus combinaciones al cuerpo, donde le duele al kazajo, y empezó a encontrar al kazajo al explotar los ángulos.
El cuarto asalto fue el más crítico para Golovkin. 'GGG' lució amarrado de manos gracias al trabajo del rival a las zonas blandas. Lució apabullado contra las cuerdas como nunca antes se le había visto en su carrera. Un gancho al hígado en los últimos segundos del quinto episodio dejó a Golovkin cojeando hacia su esquina cuando resonó la campana.
La clave de Derevyanchenko fue triplicar cada golpe que recibía de 'GGG'. Cuando el kazajo ganaba más confianza, el ucraniano respondía con golpes más sólidos y certeros que ponían en predicamentos al que solían llamar 'El hombre más temido del boxeo'.
Los rounds de campeonato se hacían presentes. Golovkin físicamente sacudido; Derevyanchenko respirando por la boca, pero claramente más alerta. De poder a poder, transpirando tensión, ambos pasaron los últimos dos asaltos intercambiando golpes guiados más por el honor que por la técnica.
Doce rounds y la decisión más difícil quedaba en manos de los jueces. Dos entregaron tarjetas de 115-112, y el tercero 114-113 para dictar una decisión unánime a favor de Gennady Golovkin. Al final, la caída a favor en el round inaugural marcó la diferencia para el kazajo, quien vuelve a portar el cinturón mediano de la FIB.