Las tensiones estuvieron a tope durante la velada de Jessie Varga y Adrien Broner el sábado pasado en el Barclays Center de Brooklyn, NY. Todo fue culpa de la acumulación de incidentes en redes sociales que tuvieron lugar antes del pleito.
La resaca de la velada Vargas-Broner: Amenazas, tiroteos y fricciones
Jessie Vargas y Adrien Broner brindaron un gran espectáculo arriba del ring en Brooklyn. Sin embargo, en las gradas y días previos se vivió un ambiente de tensión y nerviosismo.
El sábado 21 de abril, Gervonta Davis, que también peleo en la cartelera, se lanzó a las redes sociales para acusar a los hermanos Charlo de estar bajo la influencia de las drogas. No pasó mucho tiempo para que ambas partes comenzaran a amenazarse.
El lunes 16 de abril, días antes de la noche de la pelea, Broner y el rapero Takeshi se insultaron en redes sociales. El rapero hizo una apuesta de $300,000 a que Broner sería noqueado por Vargas, agregando combustible a la tensión y el drama en curso. El rumor de que el rapero y sus matones buscarían a Broner en Brooklyn se extendió rápidamente.
El miércoles 18 de abril se canceló una sesión de entrenamiento para los medios en el gimnasio de Gleason por razones de seguridad, pero se desconoce si la decisión estuvo relacionada con las amenazas entre Broner y el rapero.
Al día siguiente, durante el pesaje, Broner insultó a Ellerbe, CEO de Mayweather Promotions. Cada vez que los hermanos Charlo, Broner y Gervonta se veían no perdían el tiempo para insultarse.
En la noche del evento, las cosas pasaron de mal en peor en todos los aspectos. Se podía sentir de inmediato la tensión en cuanto uno entraba al Barclays Center. A tan solo unos minutos de nuestra llegada, nos informaron que había un tiroteo en las afueras del lugar; sin importar si se trataba de un rumor o no, la noticia provocó que todo el mundo se sintiera inquieto y nervioso.
El rumor se extendió rápidamente de que el tiroteo tuvo lugar dentro del edificio. En ciertas áreas, algunos miembros de medios fueron trasladados al sótano por su propia seguridad. Más tarde se supo que alguien había recibido un disparo en el club 40-40, ubicado en las entrañas del Barclays Center.
Al menos, las peleas entretuvieron y se comportaron a la altura de las expectativas. Los medios y fanáticos experimentaron un ambiente de inseguridad y tensión constante que a más de uno hizo que se preguntara si vale la pena asistir a los eventos cuando las amenazas van más allá del encordado.