Boxeo

    Las frases célebres de Muhammad Ali

    Dueño de unos puños fantásticos, Ali también poseía una lengua fácil y era capaz de armar frases ingeniosas como profundas. Te dejamos las mejores.


    Por:
    TUDN


    Video Muhammad Ali, un peleador que noqueaba con palabras
    Muhammad Ali fue un peleador arriba y abajo del ring.
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    Washington- El más grande, el más fuerte, el más guapo se ha ido. Muhammad Ali picaba como abeja y volaba como mariposa.

    De puños demoledores, su lengua era tan letal y precisa como el poder de sus guantes. De ideas claras dejó una serie de frases que ahora mismo, el momento de su partida, vale la pena recordar.


    Video Recordamos la carrera del "más grande" del boxeo, Muhammad Ali
    Muhammad Ali falleció a los 74 años de edad tras permanecer hospitalizado por unos días en un hospital del área de Phoenix confirmó un vocero de la familia
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    “Soy el más grande, porque lo dije incluso antes de que supiera que lo era”.

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    “No es fanfarronear si tienes con qué sostenerlo”.

    “El hombre que ve el mundo a los 50 igual que lo veía a los 20, desperdició 30 años de su vida”.

    “El Parkinson es mi máxima pelea. No, no duele. Es difícil de explicar. Me están poniendo a prueba para ver si sigo rezando, si sigo manteniendo mi fe. Toda la gente recibe pruebas de Dios”.

    “Deseo que la gente se quiera entre sí de la forma en que me quieren a mí. Sería un mundo mejor”.

    “Vi una película de terror, Baron Blood, que me asustó. Comprado con eso, ganarle a (George) Foreman en Kinshasa fue sólo otro día en el gimnasio”.

    “Foreman era un perdedor sin remedio en aquel tiempo, culpaba mis victorias de todo lo que puedas imaginarte. Pero hoy me cae bien, hasta uso su parrilla”.

    “No me importan los dos millones de dólares que perdí en el divorcio con mi segunda mujer. Soy un musulmán, me conformo con una comida al día”.

    “Lo único que no entiendo es la guerra”.

    “Mi madre me enseñó a amar a la gente y a tratarla de buena manera. Es una persona dulce y maravillosa a la que le gusta cocinar, hacer ropa y estar con la familia. No bebe, no fuma ni molesta. Nadie ha sido mejor conmigo en mi vida entera”.

    “No son las montañas que todavía tienes que escalar lo que te agota. Es la piedrita en el zapato”.

    “Flotar como mariposa, picar como abeja. Tus manos no le pueden pegar lo que tus ojos no ven”.

    “En una competencia de amor todos compartiríamos la victoria, sin importar quien llegue primero”.

    “Vi el mundo entero. Aprendí algo de la gente de cada lugar. Hay verdades en el hinduismo, en el cristianismo, en el Islam, en todas las religiones. Y también en el hablar sincero. La única religión que vale es el amor”.

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    “El hombre que no tiene imaginación, no tiene alas”.

    “Soy joven, soy apuesto, soy rápido, soy lindo y soy invencible. Deben caer en el round que yo digo”.

    “Luché contra un lagarto, peleé con una ballena. La semana pasada asesiné a una roca, lesioné a una piedra y hospitalicé a un ladrillo. Soy tan malo que hago enfermar a los medicamentos”.

    “Soy el astronauta de los boxeadores. Joe Louis y Dempsey fueron sólo pilotos de jet. Yo pertenezco a un mundo propio”.

    “El que no es suficientemente valiente para tomar riesgos, no va a lograr nada en la vida”.

    “Mi cara es tan linda, no ves una cicatriz, lo que prueba que soy el rey del ring por lejos”.

    “¿Cuánto mides? Tengo que saber de antemano lo que tengo que retroceder cuando caigas”.

    El 14 de julio de 1979 en Denver se produjo este singular combate entre Muhammad Ali y el entonces tackle defensivo Lyle Alzado de Denver Broncos. Aunque era una exhibición, ambos hablaron mucho previo al intercambio de golpes que en ocasiones fue en serio.
    La pelea Ali – Alzado se realizó en el Mile High Stadium en Denver, casa de los Broncos. En ese entonces Alzado tenía fama de ser el jugador más rudo y fuerte de la NFL. Desafortunadamente terminó por admitir uso de esteroides. Falleció en 1992 a los 43 años de edad por cáncer en el cerebro.
    Muhammad Ali y el legendario corredor Jim Brown, de los Cleveland Browns, fueron grandes amigos, ambos luchadores por los derechos civiles de los afroamericanos en los Estados Unidos. La foto corresponde al 5 de agosto de 1966 en Morkyate, Bedfordshire, Inglaterra donde Brown filmaba la película “The Dirty Dozen”.
    El 12 de mayo de 1966 en Hyde Park, Londres, Muhammad Ali pretende algunos rounds de entrenamiento con su gran amigo el corredor Jim Brown de Cleveland Browns. Al fondo está Jimmy Ellis, entonces sparring de Ali, luego uno de sus rivales.
    Reunión en la cumbre del deporte. Fue el 8 de abril de 1979. Walter Payton, considerado por muchos como el mejor corredor en la historia de la NFL, junto con un intimidante Ali, Atleta del Siglo XX. Ambos en un evento de promoción para crear empleos en el ramo de la construcción.

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    Imagen (NFL)
    El 14 de julio de 1979 en Denver se produjo este singular combate entre Muhammad Ali y el entonces tackle defensivo Lyle Alzado de Denver Broncos. Aunque era una exhibición, ambos hablaron mucho previo al intercambio de golpes que en ocasiones fue en serio.

    “La sabiduría es saber cuándo no se puede ser sabio”.

    “Esta es la leyenda de Muhamad Ali. Tiene izquierda, derecha. Si te pega una vez, duermes toda la noche”.

    “Quiero 15 árbitros en esta pelea. Porque ningún hombre va a poder seguir la velocidad que le voy a meter. Excepto yo”.

    “Cuando empecé a boxear, todo lo que quería era poder comprarles a mis padres una case y tener un auto grande para mí. Pero mis sueños comenzaron a crecer”.

    “Pase lo que pase el sol siempre está brillando en algún lugar”.

    “En eso que estás pensando te estás convirtiendo”.

    “He visto a Foreman haciendo sombra y ganó la sombra”.

    “Soy tan rápido que ayer a la noche apagué la luz en la habitación de mi hotel y ya estaba en la cama antes de que el cuarto se pusiera oscuro”.

    “Ver volver a Foreman para ganar el título me motivó, me dieron ganas de volver a mí también. Pero llegó la mañana siguiente y me tenía que levantar para empezar a correr. Me recosté en la cama y dije: ‘Está bien, igual sigo siendo el más grande”.

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    “Cuando conozco a alguien, no veo una raza o una religión. Miro más adentro. Debemos aprender a superar nuestros conflictos en paz y a respetar al otro”.

    “Odié cada minuto del entrenamiento. Pero me dije: “No abandones, entrena ahora y sé un campeón por el resto de tu vida”.

    “Los campeones no se hacen en los gimnasios. Los campeones nacen con algo que llevan dentro: un deseo, un sueño, una visión”.

    “¿Por qué nunca jugué al fútbol americano? Porque te puedes lastimar jugando al fútbol americano”.

    “Volví a Louisville después de los Juegos Olímpicos, con mi medalla dorada resplandeciente. Fui a un bar donde los negros no podían comer. Quería ver qué pasaba. El campeón olímpico mostrando su medalla de oro. Me senté y pedí para comer. Me dijeron: 'Aquí no servimos a negros'. Respondí: 'Está bien, yo no los como'. Me echaron. Entonces caminé hacia el río, el Ohio, y tiré mi medalla en él”

    “No soporto ver la sangre. En muchas de mis peleas, tenía que mirar a otro lado”.

    “Joe Frazier es un buen hombre. No podría haber hecho lo que hice sin él. Y él no podría haber hecho lo que hizo sin mí”.

    En alianza con
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