La pelea en Saitama, al norte de Tokio, fue declarada empate porque no tuvo jueces, con Pacquiao, de 45 años, luchando por dominar a Anpo, un artista de artes marciales mixtas de 28 años.
Anpo, un ex kickboxer, había sido amenazado antes de la pelea con una multa de 5 millones de dólares si utilizaba cualquier movimiento ajeno al boxeo, como un puño hacia atrás o una finta de patada.
Ambos peleadores se tantearon después de la campana inicial, pero Pacquiao, de 166 cm, no pudo superar a su oponente de 180 cm durante la pelea de tres asaltos.
Desataron una andanada de golpes en el asalto final, y el ataque de Anpo hizo que Pacquiao se tambaleara momentáneamente hacia atrás.
"Estoy bien", dijo Pacquiao a los periodistas, añadiendo que se encontraba en aproximadamente el "60 por ciento" de su capacidad total.
Dijo que la altura de Anpo fue en parte la razón por la que no pudo noquear a su oponente.
El excampeón mundial también dijo que "pelearía en una pelea real este año".
