Al nivel del show que han manejado desde que se anunció la pelea, Floyd Mayweather y Conor McGregor libraron esta noche la báscula y dieron el peso de las 154 libras (69 kilos) a la que fue pactado su combate de este sábado en Las Vegas.
Mayweather y McGregor listos, superaron el primer round: la báscula
El límite eran 154 libras, el estadounidense dio 149 y el irlandés 153 en la ceremonia celebrada en el T-Mobile Arena
El primero libró el requisito con 149 libras y el segundo con 153 libras en la ceremonia celebrada en la T-Mobile Arena.
McGregor recorrió antes el pasillo rumbo a la romana cubierto con la bandera de su país.
Le siguió el estadounidense con toda la calma que requería la ocasión y al subir a la báscula debió moverse la gente a su alrededor en un par de ocasiones para tomar el peso que finalmente dio sin dificultades.
Momentos antes de que el irlandés subiera a la ceremonia, Mayweather le gritaba con intensidad mil y un cosas.
Pero en el cara a cara fue McGregor el que enfrentó y dijo de todo al estadounidense.
"Lo único que tengo que decir es que voy a acabar con él", aseguró McGregor en la entrevista dada minutos después del pesaje.
Envalentonado en la enorme algarabía que armaron sus seguidores expresó: "Amo a mi gente, amo a mi bandera, estoy listo. Que bueno que vinieron aquí a acompañarme"
Finalmente, señaló sobre el combate del sábado.
"No tengo miedo, el que tiene miedo es él. Nos vemos mañana", sentenció.
Por su parte, Mayweather se mostró mucho más frío de lo que habitualmente es y de esa manera respondió a las preguntas.
"Escucho a mucha gente hablando, pero esto se trata de peleadores", dijo en un tono seco casi agresivo.
Sobre su seriedad, precisamente, también se mostró escueto: "Yo estoy armando mi pelea", aseguró.
Cuestionado sobre la importancia de su último combate sobre un ring, no cambió el tono enseñando que su concentración está al máximo.
"No me importa pensar en eso. Si es la última o la primera, no importa. Yo vengo a ganar", espetó.
Finalmente, el entrevistador no pudo obviar que en el lugar de sus grandes combates, ahora mismo el público está en su contra apoyando a su oponente.
"No me importa voy a ganar. No voy a pelear para ellos. Voy a pelear para el mundo", dijo.
El combate se celebrará este sábado en la T-Mobile Arena. Será a 12 rounds y el peso establecido es de 154 libras -que ambos dieron-. Los guantes que usarán serán de ocho onzas y se especificó que no podían ser mexicanos.
Para la ceremonia del pesaje, el show que costó 100 dólares la entrada y en la reventa llegó a los 200, estuvo a la altura de las expectativas que ha despertado el combate.
Habrá que esperar aún, si el propio combate, responde a ellas de la misma manera.