ATIZAPÁN, México, Ago. 31, 2016.- El DIF Central de Atizapán de Zaragoza vivió una jornada emotiva con la presencia de los protagonistas de la cartelera de este sábado, quienes convivieron con la niñez que son el corazón de este centro social, obsequiándoles juguetes en medio de sonrisas y caritas llenas de felicidad, que quedarán grabadas en los boxeadores por todos los sentimientos y emociones que envuelve una visita de esta magnitud.
Rey Vargas convive con niños en Atizapán
Los boxeadores Rey Vargas y Alexander Muñoz conviven con niños del DIF de Atizapán, previo a su combate
En una labor social que forma parte de la agenda de actividades rumbo a la función de este sábado que se realizará en el Gimnasio Zaragoza de Atizapán de Zaragoza, los peleadores estelares, Rey Vargas, junto a su rival, el venezolano Alexander Muñoz, así como Felipe Orucuta y el nicaragüense Yader Cardoza, quienes se medirán en el pleito semiestelar, acudieron al DIF de Atizapán para convivir con los pequeños que ya los esperaban en sus aulas, y al verlos entrar, con sonrisas y aplausos les dieron una calurosa bienvenida, haciendo cualquier tipo de rivalidad a un lado, pues el objetivo era convivir con la niñez, que se cumplió al ciento por ciento.
Los boxeadores entregaron a los pequeñines varios juguetes: pelotas, balones de futbol, muñecos, juegos de mesa y de destreza, recibiendo a cambio una sonrisa que no se paga con nada en un día muy especial para el DIF de Atizapán.
Los boxeadores recorrieron las diversas aulas que componen el DIF de Atizapán, emocionados y viendo desde lejos la enorme alegría con la que ya los esperaban los pequeños.
“El ver a los pequeños sonreír es algo maravilloso. Estas actividades me gustan mucho, el compartir con los niños estos momentos, te los llevas para siempre contigo, son cosas que se quedan contigo”, expresó emocionado Rey Vargas.
De igual manera la armada extranjera, compuesta por el ‘Explosivo’ Muñoz y Yader Cardoza, y el ahora manager Rosendo Álvarez, mostraron toda su alegría por ser partícipes de un día muy especial al convivir con la niñez.