Manny Pacquiao sin duda es la encarnación misma de que todo en la vida es posible. Antes de ser conocido como ‘Pac Man’ o el ‘Mata Mexicanos’, por la peculiar forma en la que no quedaba a todos los nacidos en México’, y mucho antes de ese memorable nocaut del que fue víctima de Juan Manuel Márquez, existió un pequeño niño que vivía en las calles, estuvo expuesto a las drogas, durmió entre cartones cómo cama y con puentes como cobijas.
Serie Cenicientas: Pacquiao, el niño de la calle ocho veces campeón
La historia de ‘Pac Man’ es una de las más emotivas en el mundo del boxeo.
Pacquiao dejó su pueblo en Kibawe, Filipinas para trasladarse a Manila cuando tan sólo tenía catorce años con la idea de alimentar a su madre y a sus cuatro hermanos. La pobreza que vivió fue tan grande que le tocó ver cómo entre su padre y un amigo mataron a su perro para después comérselo.
El mismo Pacquiao relata que comenzó en el boxeo con la intención de que le pagarán para poder comprar un kilo de arroz y llevarlo a casa. Las calles son duras y por supuesto que las drogas también fueron una tentación, para su fortuna el boxeo lo alejó de cualquier vicio.
Cuando comenzó en el boxeo nadie quería pelear con él porque lo veían muy pequeño, llegó al grado de ponerse monedas en los bolsillos en los pesajes para lograr aparentar más peso, nadie hubiera pensado que aquel menudo pugilista novato se convertiría en uno de los más grandes de la historia.
Pacquiao es el único boxeador en la historia que ha conquistado 8 campeonatos en 8 divisiones diferentes, es verdad que el Olimpo le pertenece a Muhammad Ali, pero sin problemas podría sentarse en su mesa a debatir sobre múltiples temas sociales, en los cuales los dos también fueron aclamados por multitudes.
‘Pac Man’ no solamente ha brillado en el ring, ha llegado a ser senador y se dice que en un futuro no muy lejano llegara a ser el presidente de Filipinas debido a la gran cantidad de seguidores que lo apoyan. En Filipinas y con su dinero ganado en el boxeo ha construido casas para los más necesitados, todas las mañanas después de correr se da una vuelta por las calles y alimenta o da dinero a quienes más lo necesitan.
Resulta curioso que de ser un ‘mata mexicanos’ se ganó el respeto y el cariño de los fanáticos aztecas al boxeo, gracias a su entrega, su humanismo, su empatía, su generosidad, su sencillez y sobre todo la humildad tanto fuera como dentro del ring.
En la memoria de los mexicanos nunca quedará olvidado el nocaut que le propinó Juan Manuel Márquez, pero no existe alguno que ponga en duda la gran calidad que siempre ha mostrado en sus peleas.
A sus 41 años sigue regalando pinceladas, es evidente que las últimas peleas de Pacquiao en el ring se acercan y con él terminara también una era de esplendor de un protagonista nato, de un artista ofensivo y veloz con los guantes.
Pacquiao es de esos atletas que trascienden el tiempo, del que se escriben historias memorables y que las siguientes generaciones sabrán de un boxeador que en su momento fue invencible.
Resulta curioso que de ser un ‘mata mexicanos’ se ganó el respeto y el cariño de los fanáticos aztecas al boxeo, gracias a su entrega, su humanismo, su empatía, su generosidad, su sencillez y sobre todo la humildad tanto fuera como dentro del ring.
En la memoria de los mexicanos nunca quedará olvidado el nocaut que le propinó Juan Manuel Márquez, pero no existe alguno que ponga en duda la gran calidad que siempre ha mostrado en sus peleas.
A sus 41 años sigue regalando pinceladas, es evidente que las últimas peleas de Pacquiao en el ring se acercan y con él terminara también una era de esplendor de un protagonista nato, de un artista ofensivo y veloz con los guantes.
Pacquiao es de esos atletas que trascienden el tiempo, del que se escriben historias memorables y que las siguientes generaciones sabrán de un boxeador que en su momento fue invencible.