El inglés Tyson Fury dio la gran sorpresa, fue Superman, y se impuso a Wladimir Klitschko, que no tuvo kriptonita como había prometido, para arrebatarle los cinturones del peso pesado FIB, AMB, OMB y OIB, en Alemania, acabando con uno de los reinados más largos de la historia del boxeo.
Wladimir Klitschko (64-4, 53 KOs) se vio desconcertado e impreciso en los primeros rounds por la movilidad de Tyson Fury (25-0, 18 KOs). El ucraniano trataba de usar su jab muy tímidamente y sin efectividad ante la movilidad de Fury, que bailaba alrededor del ring y encontraba espacios para atacar con el gancho, que entraba siempre en un Klitschko desarmado.
Klitschko se iba frustrando poco a poco porque no encontraba a Fury y era castigado con el gancho. Para el quinto Klitschko ya tenía una cortada en el pómulo izquierdo y apenas había conectado a Fury.
En el octavo Klitschko comenzó a apretar, pero Fury seguía moviéndose alrededor del ring. En el noveno Klitschko metió su primer gancho y Fury lo sintió, pero le devolvió un potente gancho de izquierda en un descuido del ucraniano.