Cuesta trabajo creer que han pasado 19 años de aquella velada en el Mandalay Bay Resort & Casino de Las Vegas. Marco Antonio Barrera y Érik Morales, dotados de la gracia de la juventud y la osadía que acompaña a todo joven campeón mundial, se cruzaron en el camino para unificar la división supergallo.
Un día como hoy, hace 19 años, nació la encarnizada rivalidad Morales-Barrera
Fue un 19 de febrero de 2000 cuando los dos mexicanos subieron al ring en Las Vegas para unificar la división supergallo y brindarnos la pelea de ese año. Aquella noche daría a una trilogía de ensueño.
El 'Baby-faced Assassin' era poseedor del cetro mundial de la Organización Mundial de Boxeo, mientras que 'El Terrible' subía para representar al Consejo Mundial de Boxeo. Aquella noche quedaría para siempre en la memoria de los fanáticos y daría pie a una de las rivalidades más celebradas en la historia de la 'dulce ciencia'.
La premisa: una buena combinación de Barrera era contestada casi de inmediato por una ráfaga del mismo calibre por parte de Morales. Cuando uno parecía estar acabado, con la rodilla casi en la lona, un gancho o un recto era capaz de revertir la narrativa de la pelea. Esta inercia se prolongaría durante 12 rounds. Quién imaginaría que en realidad serían 36 asaltos de sangre y odio.
Con el alma cansada y los rostros claramente dañados, 'El Terrible' mantuvo su invicto aquella noche gracias a la decisión dividida de los jueces. Para muchos, el verdadero ganador había sido Barrera.
Sin embargo, nadie habló de robos, ni ultrajes. Sabíamos de antemano que habría una segunda y una tercera, porque las peleas de este calibre merecen disputarse arriba de un ring y no en las redes sociales. Qué tiempos aquellos. Qué peleadores los de antaño.