Un deslucido triunfo brasileño sobre uno de sus archirrivales históricos, Uruguay, aumentó a cinco el número de victorias de la escuadra dirigida por Tite tras la decepción de Rusia 2018.
Brasil fue más: el show de Neymar quedó en meter y celebrar polémico penal
Suárez, Cavani y compañía se querían comer vivo al árbitro inglés por señalar el manchón penal en una jugada precedida por una mano.
Las ausencias defensivas de Diego Godín, José María Giménez y Sebastián Coate no se notaron sobre el césped hasta el minuto 75, cuando Diego Laxalt derribó de manera inocente a Danilo dentro del área.
Neymar, vitoreado y aplaudido por sus compatriotas en el Emirates Stadium de Londres, remató desde los once pasos para poner el 1-0 definitivo.
Ya en el primer tiempo el astro del París Saint-Germain había mandado el balón al fondo de la portería defendida por Martín Campaña, pero el gol no subió al marcador electrónico por fuera de juego.
Brasil era la que llevaba la iniciativa, en las gradas y en el césped. No eran escasas las banderas de la Canarinha ni las pancartas pidiendo la camiseta sus ídolos.
En Uruguay lo más llamativo desde el punto de vista táctico fue que Luis Suárez ocupó el centro del ataque mientras Edinson Cavani jugaba como volante por ambas bandas.
Así fue que el goleador del Barcelona metió el primer susto. Recogió un error de la defensa brasileña y su golpeo lo desvió Alisson, el mismo que minutos después evitó el primero, al filo del descanso, luego de una volea de Cavani.
El penal favorable a Brasil consistió en que Laxalt soltó una patada a Danilo y el colegiado, Craig Pawson, señaló la pena máxima. Los charrúas reclamaban airadamente una mano brasileña con intencionalidad.
Neymar hizo una paradinha y engañó a Campaña para alojar, plácidamente, el balón en la meta uruguaya
Brasil, dentro de su gira europea, jugará contra Camerún el próximo martes en Milton Keynes, una localidad cercana a Londres, mientras que Uruguay se medirá a la campeona del mundo, Francia, también el día 20.