El Atlético de Madrid derrotó por 0-4 al Lleida en una muestra de contundencia ofensiva en la primera parte y con el protagonismo absoluto en la segunda del hispanobrasileño Diego Costa, que regresó con un gol y un susto en forma de fuerte golpe en una rodilla en la misma jugada.
Diego Costa anota gol en su regreso al Atlético de Madrid
El delantero español anotó uno de los tantos en la goleada por 4-0 de los colchoneros sobre el Lleida en actividad de los octavos de final de la Copa del Rey.
El conjunto rojiblanco prácticamente sentenció la eliminatoria de los octavos de final de la Copa del Rey en el Camp d'Esports ante un Lleida que ofreció una buenísima imagen, con varias ocasiones en la primera mitad, que no le sirvió de nada por los goles del uruguayo Diego Godín y de Fernando Torres.
En la segunda, detacó la entrada de Costa, su gol y el golpe que sufrió debajo de la rodilla derecha en la misma acción, el debut de Víctor Machín 'Vitolo' y las buenas conexiones que se pudieron intuir entre el juego de las dos incorporaciones y del francés Antoine Griezmann, que marcó el cuarto de falta directa.
Comenzó el Lleida sin complejos, buscando el ataque por el carril derecho al que caía el delantero Iván Agudo, que en los primeros cinco minutos ya había pisado área visitante dos veces, la última para un disparo raso y desviado, al que siguió un minuto después otro muy alto desde fuera del área de su compañero Manu Molina.
Tras el primer acelerón del conjunto ilerdense, el Atlético comenzó a reclamar el protagonismo en el juego, con una advertencia a través de un saque de falta del belga Yannick Carrasco que conectó el uruguayo Diego Godín con el exterior de la bota derecha y se marchó demasiado cruzado. Corría el minuto 21.
Los locales no perdían la ambición, siempre de la mano de Agudo, que primero aprovechaba un error del argentino Augusto Fernández para plantarse ante Moyá, que detuvo su disparo raso. Dos minutos después, el '7' del Lleida se volvió a plantar ante el guardameta colchonero a pase de Manu Molina, pero Moyá sacó una buena mano para evitar su remate.
No obstante, los múltiples merecimientos del Lleida -entre ellos un nuevo remate alto de Agudo- quedaron en el olvido cuando un saque de falta tibio de Carrasco y un cabezazo bombeado de Godín se tradujeron en el 0-1.
El castigo fue a más cinco minutos después, cuando Gameiro recibía un gran pase de Carrasco entre líneas y ponía un pase de la muerte dispuesto para que Fernando Torres rematara en plancha el balón al interior de la red, en posición discutible del delantero rojiblanco.
Con el 0-2 y alguna acción de muchos quilates de Carrasco, se marcharon los dos equipos a los vestuarios, del que regresaron los mismos 'onces', aunque todos los flashes apuntaban a la banda, en la que calentaban Diego Costa, Vitolo y Griezmann.
El Lleida, no obstante, tenía muy claro que era en el terreno de juego donde tenía que ser protagonista. Y lo hizo de la mano del de siempre: un gran Iván Agudo que remataba en plancha un buen centro desde la derecha de Aitor Núñez, canterano rojiblanco años atrás y ahora en el club ilerdense.
Amenazó algo más el conjunto azul, pero la noticia vestía de rojiblanco: el debut de Vitolo con su nuevo equipo se produjo en el minuto 59, y cuatro minutos después saltó al césped Diego Costa en lugar del argentino Ángel Correa.
Recibido con una mezcla de silbidos y aplausos, el de Lagarto (Brasil) ingresó al terreno de juego acompañado por el francés Antoine Griezmann, con el que los atléticos esperan ver una interesante sociedad en el futuro.
El entrenador argentino Diego Pablo Simeone disponía un tridente ofensivo con ellos y Gameiro.
La conexión Vitolo-Griezmann-Costa se activó en menos de cinco minutos, en una jugada nacida del canario por la izquierda, con toque del francés y del hispanobrasileño y que terminó en saque de esquina.
El de Lagarto no iba a dejar de ser protagonista, ya que en el minuto 69 dio una gran alegría y un gran susto al Atlético: marcó el 0-3 desde el suelo al rematar un centro raso por la derecha de Juanfran Torres, pero en esa misma jugada el zaguero local Marc Trilles le pisaba por debajo de la rodilla derecha.
Temblaba el Atlético en pleno al ver a su estrella tendida en el suelo durante unos minutos, pero Costa se levantó, saltó de nuevo al césped y corrió con aparente normalidad. Incluso hizo un desmarque en el minuto 80 al que no llegó el pase de Griezmann por poco y tuvo algún encontronazo por alguna carga que consideró poco deportiva. Puro Diego Costa.
Un gol de Griezmann de falta directa, que golpeó en un defensor, cerró un partido del que el Atlético se marchó con la buena noticia de la incorporación de sus nuevas piezas y la vista puesta en el duelo liguero que disputará en tres días, en su casa del Wanda Metropolitano contra el Getafe.