Copa Del Rey

    Sevilla eliminó al Atlético de Madrid de la Copa del Rey

    El conjuto andaluz derrotó en el marcador global 5-2 a los Colchoneros en los cuartos de final del torneo de Copa.


    Por:
    TUDN

    El Sevilla volvió a ganar al Atlético de Madrid (3-1) en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, como ya hizo en la ida (1-2), se mostró muy efectivo y eliminó al conjunto colchonero.
    Los andaluces se adelantaron a los 25 segundos con un tanto de Escudero, tras una bonita y vertiginosa jugada.
    Sin embargo, Atlético de Madrid no es un equipo que se caracterice por no dar batalla contra sus rivales en este tipo de series, en particular.
    El Atlético de Madrid empató a los 13 minutos con otro gran gol, del francés Antoine Griezmann.
    El socio de Griezmann en el tento fue Kevin Gameiro, exjugador precisamente del Sevilla.
    Diego Simeone apostó arriba por el argentino Correa y los franceses Gameiro y Griezzman, consciente de que tenían que ir al ataque sin remisión, quizás a contraestilo, para remontar.
    Sevilla quería olvidarse de la renta de la ida y no especular, y lo demostró pronto con una salida eléctrica que descolocó y le exigió aún más, si cabe, al Atlético.
    En el primer minuto del segundo tiempo, Atlético de Madrid cometió penalti y, aunque Moyá se tiró a donde iba el balón, el argentino Ever Banega lo convirtió en el 2-1 con un tiro ajustado.
    Sevilla aprovechó que los dirigidos por Simeone volvieron a salir despistados y lo pagaron caro: dos errores que cobró el eficaz Sevilla.
    El Sevilla aguantó bien, se vació y se defendió con orden, aunque el Atlético estaba totalmente volcado en busca de la épica remontada.
    Atlético de Madrid lo intentó hasta el final, pero sin éxito por su falta de claridad y puntería.
    El colombiano Luis Muriel fue titular a pesar de que no fue protagonista en las anotaciones. Solo fue reemplazado al minuto 28 de segundo tiempo, con la serie dos goles a favor.
    Sevilla sentenció con el 3-1 a once del final al culminar Pedro Sarabia un contragolpe, con un recorte aldefensa uruguayo Diego Godín para batir con un tiro ajustado a Moyá.
    A partir de ahí, el Atlético ya necesitaba marcar cuatro goles, lo que ya fue imposible.
    El conjunto de Sevilla ha demostrado acomplarse muy bien a la idea de juego del italiano Vincenzo Montella, que llegó tras la salida del argentino Eduardo Berizzo.
    Así fue como Sevilla celebró su clasificación a la semifinal ante unos 40.000 espectadores en el Ramón Sánchez Pizjuán frente a un Atlético de Madrid impotente en esta jornada.

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    Imagen EFE
    El Sevilla volvió a ganar al Atlético de Madrid (3-1) en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, como ya hizo en la ida (1-2), se mostró muy efectivo y eliminó al conjunto colchonero.

    El Sevilla volvió a vencer al Atlético de Madrid (3-1) en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, como ya hizo en la ida (1-2), y en un buen partido se mostró muy efectivo y eliminó a un conjunto colchonero que lo intentó hasta el final, pero sin éxito por su falta de claridad y puntería.

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    Los andaluces se adelantaron a los 25 segundos con un tanto de Escudero, tras una bonita y vertiginosa jugada, y aunque el Atlético empató a los 13 minutos con otro gran gol, de Griezmann, en el segundo tiempo el Sevilla aprovechó de nuevo la mala salida al campo de su rival para marcar a los 3 minutos Banega de penalti y luego sentenció a la contra con el 3-1 de Sarabia.

    El Sánchez Pizjuán acogía un duelo de orgullo y honra, de los de 'taquicardia', pues, tras el 1-2 del Sevilla en el Wanda Metropolitano que supuso su resurrección -luego venció por 0-3 al Espanyol- tras 5 partidos sin ganar en Liga-, el Atlético, un equipo de carácter y que nunca se arredra ante las adversidades, tenía que marcar dos goles y no encajar. Por ende, debía de salir a por todas.

    A los 25 segundos, en una jugada vertiginosa, sublime y con varios toques rápidos y precisos, los hispalenses se adelantaron por medio de Sergio Escudero, que hizo el 1-0 a centro de Sarabia y asestó un golpe psicológico a los colchoneros, que necesitaban ahora dos goles para forzar la prórroga y tres para ganar la eliminatoria.

    Fue el premio a un comienzo muy fuerte, con mucha concentración e intensidad, del conjunto del italiano Vincenzo Montella, aunque los madrileños, superado el mazazo inicial, fueron capaces de reaccionar rápido y, tras avisar el uruguayo Godín con un cabezazo a los dos minutos que Rico paró en dos tiempos, pronto apareció Griezzmann.

    A los 13 minutos, y cuando su equipo ya se había hecho con el mando del medio campo con Gabi, Koke y Saúl Ñíguez escorado a la banda izquierda, el francés aprovechó un robo de balón en la frontal del área local para empatar con un gran gol, de una volea por alto, al ver adelantado a Sergio Rico, poco afortunado en esta acción.

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    En la reanudación, no obstante, los de Simeone volvieron a salir despistados y lo pagaron caro. Así, en el primer minuto, una internada por la izquierda del argentino 'Tucu' Correa acabó en penalti al derribarle en el área Saúl y, aunque Moyá se tiró a donde iba el balón, Banega lo convirtió en el 2-1 con un tiro ajustado.

    Esto ya deshacía la opción de la prórroga y obligaba a seguir marcando dos goles a un Atlético que se fue con más descaro arriba y acosó con fuerza y fe a los sevillistas, pero sin precisión.

    Ángel Correa acarició el 2-2 a los 7 minutos de esta mitad, pero, solo en el área, quiso fusilar a Rico y éste, con un paradón, salvó un gol cantado. Simeone quemó sus naves al dar entrada pronto a Fernando Torres, el belga Yannick Carrasco y el ghanés Thomas Partey, por Gabi, Correa y Giménez, los tres con tarjeta.

    El Sevilla aguantó bien, se vació y se defendió con orden, aunque el Atlético, totalmente volcado en busca de la épica, tuvo alguna ocasión como en un cabezazo alto de Godín a la hora de juego.

    Sin embargo, fueron los de Nervión los que sentenciaron con el 3-1 a once del final al culminar Sarabia una contra, tras recortar a Godín y batir con un tiro ajustado a Moyá. A partir de ahí, el Atlético ya precisaba marcar cuatro goles, lo que ya fue una empresa imposible pese a los intentos postreros de Carrasco y Gameiro.

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