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    Messi vs. Ronaldo: La rivalidad se queda sin un elemento esencial

    El fichaje de Cristiano Ronaldo por la Juventus, de cara a la edición 2018/19 de la Champions League, restará un ingrediente esencial para la continuidad de la rivalidad más compleja del Siglo XXI.


    Por:
    Juan Regis.


    La edición 2018-19 de la Champions League podría ver el principio del fin de la rivalidad más discutida y monopólica del fútbol moderno: Cristiano Ronaldo vs. Lionel Messi. La razón de mayor peso pasa por el nuevo club del portugués, Juventus, que si bien es uno de los grandes clubes de Europa, no es ni la sombra del Real Madrid.

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    La rivalidad entre el argentino y el luso tomó forma hasta que éste último fichó por el club merengue. Cuando Ronaldo era jugador del Manchester United, no existía tal sentimiento de enemistad, pues hasta para "pelear" se necesita estar uno junto del otro pero, más importante aún, apropiarse, encarnar los modelos de cada institución.



    Así fue como Barcelona y Real Madrid proyectaron su visión del fútbol por medio de sus máximos representantes. Messi encarna la sencillez, el bajo perfil. Ronaldo encajó a la perfección en el modelo de Florentino Pérez, quien disfruta de los gestos rimbombantes, donde el espíritu competitivo y la victoria como único fin es lo que cuenta.

    Sin la carga simbólica del conjunto madridista sobre los hombros de Ronaldo, deja de existir toda hostilidad directa con el acérrimo rival. Messi y el club culé no son más los enemigos; ahora toca mirar más al norte, a Milán, o en la misma ciudad ante el Torino.

    Se acabaron las pugnas por el Pichichi. No habrá más Clásicos entre el argentino y el portugués y, por lo tanto, el choque en Champions dejará de tener ese sabor de venganza. Antes de la partida de Ronaldo, cuando alguno de los dos clubes caía en liga al enfrentarse, siempre quedaba la competición reina a nivel de clubes para regresar el golpe.

    Messi seguirá dominando La Liga; Ronaldo la Serie A. Pero cuando se vean las caras en Champions de nuevo, notaremos que algo en la rivalidad más compleja del Siglo XXI ha muerto. Continuarán brindando espectáculo al máximo nivel con el que se puede tocar un balón con los pies, pero sin un Madrid-Barça detrás, no hay nada.

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