CIUDAD DE MÉXICO.- Ana Guevara, quien tomará la dirección de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) a partir del 1 de diciembre de 2018, ha puesto en duda que se renueve el contrato del país con la Fórmula Uno para después de 2019.
El Gran Premio de México está en duda para el próximo gobierno y sería un error cancelarla
La futura ministra del deporte en México, Ana Guevara, puso en duda la renovación del contrato para la realización del Gran Premio después de 2019.
Desde que era candidata al puesto, Guevara calificó el evento como "muy caro" y lo reiteró en una entrevista publicada este jueves por el diario Reforma de la Ciudad de México, en declaraciones hechas después de ser confirmada para el cargo.
"(Hay que ver) prioridad, efectos, qué queremos y cuánto cuesta. No me disgusta el tema de la Fórmula Uno, pero me parece que es demasiado dinero. No me molesta que haya eventos, tampoco, pero me parece que para la Ciudad de México no debe ser la lógica total", expresó la aún senadora mexicana.
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador tuvo como uno de sus ejes de campaña la austeridad en el gobierno y Guevara se ha alineado a ese tema, sin embargo, la derrama económica de la Fórmula Uno en México ha demostrado que el evento es rentable para el país.
Para la firma del contrato de 2015 a 2019, es decir, por cinco Grandes Premios, el acuerdo costó 413 millones del dólares, de los cuales 200 millones fueron financiados por la empresa privada Grupo CIE, organizadora del evento, y el resto por el gobierno federal.
Sin embargo, los fondos no surgieron de la Conade, sino de la Secretaría de Turismo, a través del Consejo de Promoción Turística, y una eventual renovación manejaría un esquema similar, en el cual el deporte mexicano no erogaría un peso.
Este monto no contempla el costo de la remodelación del Autódromo Hermanos Rodríguez para volver a ser sede del Gran Premio, que fue de 65 millones de dólares.
Además, la Secretaría de Turismo anunció una inversión extra por 72 millones de dólares de fondos públicos y privados por cada año de los cinco que dura el contrato.
Esto significa que entre 2015 y 2019 se habrían gastado unos 838 millones de dólares por la celebración de las carreras de la F1 en México.
Sin embargo, la derrama económica esperada en este promedio es de 400 millones de dólares por año, es decir, 2 mil millones en el periodo 2015-2019, más del doble de la inversión por el evento.
Esta derrama proviene de traslados, hospedajes, restaurantes, derechos de televisión y taquilla, para un evento que tan solo en 2015 generó 13 mil 500 empleos directos e indirectos, por salarios de más de mil 400 millones de pesos, poco más de 84 millones de dólares al tipo de cambio de aquel momento.
El mayor obstáculo que presenta la organización de este y todo evento que provenga del extranjero es la depreciación que ha sufrido la moneda mexicana, que era de 16.62 pesos por dólar en la celebración del Gran Premio de 2015, de 18.70 al día de hoy y que en este lapso ha llegado a rebasar los 20. Esto encarecerá el costo real para el país de la renovación del contrato con la F1 y algunos costos de operación, sin embargo, nada que lo deje de convertir en un evento rentable.
Además de la reputación que ha ganado la carrera, que fue catalogada en los tres años de esta nueva etapa como la mejor de la temporada por parte de la Federación Internacional de Automovilismo.
La cancelación de la carrera supondría quitar una derrama económica atractiva y uno de los escaparates del país al mundo,