Max Verstappen y los abusivos métodos de su padre que lo hicieron 'invencible' en F1

Max Verstappen es el mejor piloto hoy en día, es tricampeón del mundo de Fórmula 1 y amenaza con romper todas las marcas de leyendas como Michael Schumacher o Lewis Hamilton, pero llegar a esa cima tuvo un elevado precio, y eso fue sobrellevar duros momentos de exigencia y disciplina por parte de su padre.

Mientras Max apenas era un niño, Jos Verstappen fue un mentor estricto e inflexible que pensaba que llevar a su hijo al límite era el camino para asegurar su éxito.

El padre del neerlandés creía que una educación así era necesaria para prosperar en el competitivo mundo del automovilismo, un sentimiento del que se hacían eco otras personas del sector.

A pesar de las críticas y acusaciones de abuso, Jos defendió su enfoque y métodos de enseñanza.

"Hay gente que dice que soy un mal padre porque maltraté a mi hijo, ¡nunca lo maltraté!". declaró Jos en el documental ' Anatomía de un Campeón’.

“Lo crié, fui duro con él. Ese era mi plan, mucha gente no se imagina lo que cuesta llegar al máximo nivel absoluto de un deporte.

"Normalmente no soy un tipo al que le guste mucho abrirse sobre este tipo de cosas, pero creo que te da una idea un poco más clara de cómo vivieron todos esa época", añadió Jos Verstappen.

El documental se adentra en los primeros años de Max en el karting, destacando los incidentes en los que la dureza de su padre estaba a flor de piel.

Los polémicos métodos del padre de Max Verstappen

Apenas a los cuatro años de edad, Max vio a un amigo manejar un karting y le pidió ese regalo a sus padres, pero Jos primero se negó. Fue su madre, la expiloto Sophie Kumpen, quien apoyó ese deseo, y luego de ver el potencial de su hijo en una pista en Bélgica, Jos Verstappen, un exprofesional que pasó por la F1 sin pena ni gloria, cedió y comenzó a encargarse de desarrollar la carrera de su hijo.

Sin embargo, el proceso no iba a ser nada sencillo. En una ocasión, cuando Max tenía solo ocho años, al salir de la escuela, su padre lo llevó a conducir en pleno invierno, con tanto frío que su hijo le pidió parar. “No podía mover los dedos, y no me importaba. Quería probar cosas, porque estaba construyendo motores y cambiando de chasis, y quería obtener un resultado porque quería seguir adelante”, recordó Jos junto a su hijo en un artículo de Mundo Deportivo.

“Casi no podía sujetar el volante. Y luego, cuando los dedos se volvieron a calentar, le dolían mucho. Dije ‘ah, cállate’”, recordó Jos. “Estaba intentando endurecerme”, añadió Max.

Otro ejemplo es cuando en 2012 abandonó a Max en una gasolinera tras no ganar un campeonato de karting, por chocar en la segunda vuelta de la final, a pesar de ser el mejor en su categoría.

“Mi padre invirtió tanto tiempo en mí en los años anteriores, preparando los motores, asegurándose de que una vez que subiera a esa categoría todo estuviera listo para que ganara. Así que, por supuesto, yo estaba molesto, pero mi padre estaba realmente enfadado y decepcionado conmigo. Rompió la carpa, todo, lo tiró en la furgoneta. Tuve que recoger el kart con un amigo mío en la pista después de la carrera porque mi padre me dijo que tenía que hacerlo yo mismo”, relató Max en entrevista con Red Bull.

“Nos sentamos en la furgoneta de regreso a casa. Quería hablar con mi padre sobre lo que pasó, mi opinión sobre el incidente, pero mi papá no quería hablar conmigo. Seguí intentándolo y en un momento dado se detuvo en una estación de servicio y dijo: ‘Fuera, no quiero hablar más contigo’”. Jos lo dejó en la estación de servicio, pero supo que unos kilómetros por detrás venía la madre de Max en auto y pudo llevarlo. Lo estaba poniendo a prueba otra vez. Pero finalmente, decidió ir a buscarlo. “De todos modos, regresó, así que está bien”, reconoció Max.

Este incidente, bastante inusual, formaba parte de la filosofía de Jos de inculcar a su hijo un implacable afán de éxito.

Este entrenamiento incesante dio sus frutos, ya que Max se convirtió más tarde en una fuerza dominante en el karting. Una de las anécdotas más llamativas es la de Jos golpeando físicamente el casco de Max durante un campeonato de karting.

"Si no conduces normal que volvamos a casa, lo recogeré todo", le dijo Jos.

“Y le pregunté: ‘chico, ¿qué estás haciendo?’ Era el Campeonato del Mundo y no tenía ninguna duda de que podíamos ganarlo”.

La reacción de Max ante esta disciplina física fue de asombro y autorreflexión. Admitió que había estado conduciendo mal y que fue una llamada de atención para él.

"Pero yo conocía su estilo de conducción. Y si tomaba malas decisiones o conducía mal, me daba cuenta enseguida. Despertó. A veces lo necesitaba", sentenció el padre.

El documental sobre el ascenso de Max, también ahondaba en la vida personal de Jos, empañada por problemas legales y acusaciones de abuso.

Se había enfrentado a acusaciones de acoso, agresión y amenazas verbales por parte de su expareja y madre de Max, Sophie Kumpen, que también era una destacada piloto de karting.

A pesar de estas acusaciones, Jos siguió desempeñando un papel importante en la vida y la carrera de Max, que en la actualidad es el mejor piloto del planeta y se encamina a su cuarto campeonato del mundo en la máxima categoría del automovilismo, la Fórmula Uno.