MELBOURNE, Australia - El alemán Nico Rosberg (Mercedes) se convirtió en el primer líder del Mundial de Fórmula Uno, al ganar el espectacular Gran Premio de Australia, marcado por el aparatoso accidente del español Fernando Alonso (McLaren), por fortuna, sin mayores consecuencias.
Rosberg se lleva el primer Gran Premio del año y Alonso vuelve a nacer en Australia
El alemán Nico Rosberg se convirtió en el primer líder del Mundial de Fórmula Uno, al ganar el espectacular Gran Premio de Australia.
Rosberg, subcampeón mundial las dos pasadas años, logró su decimoquinto triunfo en la categoría reina del automovilismo en el circuito de Albert Park de Melbourne, donde ganó por delante de su compañero y gran rival inglés Lewis Hamilton, triple campeón del mundo tras el curso pasado, que había salido desde la 'pole'.
Ambos firmando un nuevo 'doblete' para Mercedes, la gran dominadora de los últimos dos años, que puede resultar engañoso, si sólo se mira la clasificación de la primera de las 21 carreras del Mundial más largo de la historia, en la que el español Carlos Sainz (Toro Rosso) acabó noveno, por delante de su compañero holandés Max Vestappen.
El alemán Sebastian Vettel, líder del cuatrienio glorioso de Red Bull entre 2010 y 2013, fue tercero en Melbourne y demostró que Ferrari puede ser firme oposición a las 'flechas de plata'.
Al menos así se dejó entrever en Albert Park, donde 'Seb', tercero en la calificación del sábado -con nuevo y muy controvertido método-, rebasó antes de la primera curva a los dos Mercedes, sorprendidos también por el otro Ferrari del finés Kimi Raikkonen.
Hamilton, que había firmado su quincuagésima 'pole', salió fatal y descendió al sexto puesto, superado asimismo por Verstappen y el brasileño Felipe Massa (Williams) -quinto este domingo, por detrás del local Daniel Ricciardo (Red Bull)-, que lo 'taponó' durante las primeras cuatro vueltas.
Cuando Rosberg hizo su primera parada, en el decimotercer giro (del superblando al blando, elegidos por el suministrador único de neumáticos, junto al medio, en el primer año en el que se lleva un tercer compuesto), Vettel -que le 'copió' en la siguiente vuelta- lideraba provisionalmente la prueba por delante de Kimi, con Verstappen tercero y Hamilton en cuarta posición.
Poco antes del accidente que hizo guardar la respiración a los aficionados y del que Alonso, duodécimo en la calificación y que arrancó undécimo, por la sanción en parrilla del finés Valtteri Bottas (Williams) -octavo en Melbourne-, salió, por fortuna, ileso.
El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault), que en 2003 logró en esta pista los primeros puntos de su brillante carrera en F1, sufrió un aparatoso accidente en la decimoséptima de las 58 vueltas de la carrera. Cuando pretendía adelantar el mexicano Esteban Gutiérrez, de regreso con la nueva Haas a la categoría reina del automovilismo, en la que debutó en 2013 con Sauber, para la que pilotó dos años antes de ser probador el año pasado en Ferrari.
Al intentar rebasarlo antes de la tercera curva, el coche de Alonso golpeó con su neumático delantero derecho la rueda trasera izquierda del monoplaza del mexicano. El McLaren del doble campeón mundial asturiano golpeó la barrera izquierda de la pista, salió disparado por los aires, dio dos vueltas de campana y acabó estrellándose de nuevo contra una protección de neumáticos.
A pesar de que su McLaren quedó totalmente destrozado, Alonso salió por su propio pie del monoplaza, al igual que Esteban, cuyo Haas sufrió menores daños, y que lo primero que hizo fue preguntar por radio, asustado, si Fernando se encontraba bien.
Ambos se retiraron, en un lance que confirma que, entre las numerosas críticas que se puedan dedicar a la F1 actual, no se encuentra la principal, la de la seguridad: el genial piloto asturiano Fernando Alonso volvió a nacer, este domingo, en Melbourne.
La carrera quedó interrumpida, con bandera roja, durante aproximadamente un cuarto de hora, cuando Vettel lideraba por delante de Rosberg y Raikkonen, con Hamilton en séptima posición, justo por detrás de Sainz, que era sexto en esos momentos.
Todos entraron en garajes y pocas vueltas tras reanudarse la carrera, a Kimi se le quemó el motor de su Ferrari, provocando la retirada del último campeón que festejó la Scuderia, en 2007.
A pesar de la gran impresión causada sobre la pista, los de Maranello la pifiaron en una nueva entrada en boxes del 'pequeño Kaiser', en el trigésimo quinto giro, que sirvió en bandeja el triunfo a Rosberg, que comandaba, por delante de Ricciardo y Hamilton, con Vettel cuarto, a 21 segundos, dos giros más adelante.
Un error de frenada de Lewis permitió que Vettel enlazase, pero justo después, a falta de cuatro vueltas, Hamilton -que llevaba 36 vueltas con los neumáticos de compuesto medio- salvó la segunda plaza cuando el alemán -18 con los blandos- se pasó de frenada.
Rosberg festejó triunfo y liderato tras un final de carrera en el que Sainz aguantó todos los ataques de Verstappen, sacando de quicio al holandés y sumando sus dos primeros puntos en un Mundial que se reanudará dentro de dos semanas en el circuito de Sakhir, sede del Gran Premio de Barein.