Super Bowl

    'Brady vs. Rams II': Batalla por el sexto título, el no retiro... y contra todos

    El '12' de los Patriots enfrenta el Super Bowl LIII ante viejos conocidos; su historia con Rams, la presión incesante por jubilarlo y el hartazgo generalizado por verlo triunfando.


    Por:
    Luis Óscar Rosas.

    Brady y su competitividad tiene varios retos en el Super Bowl LIII.

    Imagen Getty Images
    Brady y su competitividad tiene varios retos en el Super Bowl LIII.

    Hay dos palabras que hemos escuchado y leído hasta el cansancio en las dos semanas recientes, y no, no hablo del Super Bowl, si no de: Tom Brady. El nombre del quarterback de los Patriotas nos sigue en cada espacio deportivo pero eso no solo ha sido en lo que va del incipiente 2019. Los últimos tres años hemos visto, oído y conocido todas y cada una de las historias de este sujeto de 41 años que millones por igual odian e idolatran, y muchos ni siquiera saben por qué. Simplemente se trata de hablar de Brady, sea para bien o para mal. Su nombre polemiza, genera discusión, debates interminables sobre el verdadero GOAT y hasta llega a fracturar amistades.

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    Al mismo nivel del Super Bowl LIII en sí mismo, se habla del mariscal de campo de Nueva Inglaterra. Ese que ocasiona tumultos por donde pasa, que es escoltado y cuidado al nivel de un primer mandatario, y quien sufre un asedio extremo por parte de los comunicadores, quienes hacen hasta lo imposible por no perderse nada de lo que diga el máximo protagonista de este evento los últimos tres años.

    El hartazgo por verlo siempre en pantalla compitiendo por seguir ganándolo todo, temporada tras temporada, ha generado una casi unánime animadversión por Brady y sus logros y estadísticas que cada vez copan más los libros de récords. Parece inaudito que un tipo con más de 40 años de edad, y una mano llena de anillos de campeón de la NFL, quiera seguir en activo. ‘¿Qué acaso no tiene llenadera?’, ‘Solamente gana por Belichick’, ‘Es el QB más tramposo de la historia’, ‘¿Por qué alguien no le da un golpe de verdad? para que se retire de una buena vez’, son solo algunas de las infinitas frases que suenan cuando Brady está en la conversación.

    Ser el referente de la NFL durante tanto tiempo -exactamente 19 años- con 9 Super Bowls en el camino, ganar 5 de ellos para igualar a Charles Haley como únicos en lograrlo, y acumular récords en racimos como 10,917 yardas y 73 touchdowns solo en Playoffs y jugar 13 finales de la AFC, sin duda han colaborado para generar esa antipatía entre los que no son aficionados a New England.

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    Su historia ya es más que conocida. Brady surgió ‘de la nada’ y ganó su primer campeonato en el Super Bowl XXXVI a los 24 años en el papel de víctima, contra la mejor ofensiva de aquel 2001. Los Rams y su ‘Greatest Show on Turf’ parecían una dinastía, pero esa noche no pudieron vencer al desconocido pasador suplente de Drew Bledsoe, que acabaría logrando una de las carreras más exitosas de la NFL, siendo llamado el mejor quarterback de la historia.

    El Super Bowl LIII bien podría ser llamado ‘Brady vs. Rams II’, a la usanza de los combates de boxeo. El hecho de volver a enfrentar a los Rams, con su vínculo eterno por aquel juego legendario y que, por un capricho del destino, el Super Bowl sea otra vez un domingo 3 de febrero, dio para especular por tercer año consecutivo con que “ahora sí era la buena, Brady por fin va a anunciar su retiro”. Sin embargo, Tom cortó los rumores la semana pasada diciendo que la posibilidad de hacerlo es “cero”.

    El quarterback de los New England Patriots ya anunció que piensa seguir jugando la próxima temporada 2019, y con ello parece decidido a cumplir su augurio de jugar hasta los 45 años, y a seguir irritando seguidores que están fastidiados de ver al #12 ganar, controlar y ejecutar. 'Tom Terrific' busca ganar su sexto título en la NFL para colocar a sus Patriots en primer lugar de Super Bowls ganados con 6, igual que Pittsburgh... y no sería nada extraño que TB12 quiera seguirle hasta intentar obtener un séptimo.

    Pero siendo sinceros, en persona Brady en realidad en su tipo tranquilo, amable y con un carisma sorprendente para una figura de su tamaño. Cuando atletas legendarios que dominan portadas y campos por igual reflejan ese grado de humildad y sencillez, la situación resulta igual de inverosímil que enriquecedora.

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    Aunque por momentos lo parece, sobre todo en las ofensivas definitorias o en series de último cuarto, Brady no es una máquina. Es un estupendo pasador de la vieja escuela, que hace movimientos lentos pero efectivos, sin el brazo más fuerte pero con una precisión envidiable y un temple de acero que te hace temer siempre lo peor cuando está liderando una ofensiva por la victoria.

    La premisa es muy simple. Tom Brady va a jugar hasta que le plazca y no dejará de hacerlo en el corto plazo, mientras se mantenga en forma y con Bill Belichick al costado. Aunque su esposa, la modelo brasileña Gisele Bündchen pueda ejercer presión para que se retire, Brady luce en estado óptimo y disfrutando el juego, pero por encima de todo, un hambre por seguir lográndolo todo y eso se debe a que el tipo adora competir por ganar al ser un competidor nato como jamás vimos antes.


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