Si a principios de agosto alguien hubiera pronosticado que los Dallas Cowboys estarían a un partido del Juego por el Campeonato de la NFC, cualquiera lo tildaría de iluso, loco y fanático. A un mes del inicio de la temporada 2018, si había un favorito de muchos en la Nacional esos eran los Rams de Los Angeles. Todos esperábamos que el Coliseo angelino volviera a recibir un juego de Playoffs como pasó el año pasado, pero con más experiencia, rodaje y ventaja para los locales.
Cowboys vs. Rams: la férrea defensiva de Dallas a contener el ataque carnero en Hollywood
Batalla en Los Ángeles. Los Vaqueros de Dallas visitan el sábado el Memorial Coliseum para enfrentar a los poderosos Rams, favoritos al Super Bowl esta campaña en la NFC.
A un día de que se dispute el partido por uno de los boletos a la Final de la Conferencia Nacional, las apuestas siguen poniendo como favoritos a los Carneros con ( -7 ) pero los Vaqueros reciben elogios y son respetados como pocas veces ha ocurrido en los últimos 20 años.
Los Angeles Rams (13-3) terminaron como el segundo mejor equipo de la NFC con el mismo récord de los Saints (1°), ganándose el derecho a descansar en la semana de comodines. El equipo del coach Sean McVay parecía imparable durante los dos primeros meses de la temporada, logrando mantenerse invicto hasta la Semana 9 cuando perdieron en New Orleans. Luego de tropezar, acumularon tres victorias al hilo, incluido el impresionante Monday Night Football contra Kansas City donde se impusieron a los Chiefs con un irreal 54-51 entre muchos récords.
Los Rams llegaron a diciembre con una sola derrota y 11 victorias, la mayoría de ellas promediando 30 puntos anotados, para formar una de las mejores y más dominantes ofensivas de la NFL. Pero en el último tramo de la campaña volvieron a perder y lo hicieron dos veces consecutivas. Primero en Chicago 15-6, donde su estrella Todd Gurley salió lesionado, y luego en la Semana 15 perdiendo la imbatibilidad en casa ante los Eagles. La ausencia de su RB estelar no impidió que cerraran la campaña con dos triunfos para irse 6-0 en su división y así confirmarse como rivales a vencer.
Los Dallas Cowboys (11-6) lograron sobreponerse a un mediocre inicio de temporada donde llegaron a estar con récord de tres ganados y cinco perdidos, hasta meterse a la competencia de lleno y volver a la postemporada apenas por cuarta vez en 10 años. Todos los aficionados del equipo de la ‘Estrella Solitaria’ pedían la cabeza del entrenador en jefe Jason Garrett aún más que el año pasado. Sobre todo después de iniciar la campaña con derrota-victoria-derrota en septiembre y octubre. Tras la Semana 8 del BYE, perdieron contra Tennessee en Dallas, acumulando dos perdidos seguidos.
Aquella caída los hizo tocar fondo y, cuando todo parecía perdido, los Cowboys se levantaron y sacaron dos importantes victorias de visitante ante contendientes como Philadelphia y Atlanta, y después se enracharon hasta conseguir dar la campanada del año al vencer a los Saints que tenían 10 juegos en fila dominando a la liga. Fue hasta esa victoria a finales de noviembre que se empezó a tomar en serio a Dallas y su gran defensiva. Luego de fracasar en Indianapolis en la Semana 15, los Cowboys cerraron 2018 acumulando siete victorias en ocho juegos, sin contar la de Playoffs donde Dallas liquidó a los Seahawks.
Los Angeles ganó la NFC Oeste en temporadas consecutivas por primera vez desde 1973-79, mientras Dallas conquistó el Este por sexta vez en dos décadas. Rams lideró la conferencia en ofensiva total (421.1 yardas por partido) y en puntos anotados (32.9 puntos por juego), Cowboys acabó con la quinta mejor defensiva contra la carrera (94.6 yardas por juego) y sexta en puntos permitidos (20.3 por partido), lo que hace el juego en una lucha entre el ataque frontal del carnero y la fuerza y hambre de ganar vaquera, con una defensa de élite que no tenían hace casi 40 años.
El RB de los Cowboys, Ezekiel Elliot, ganó el segundo título de su carrera como líder corredor de la NFL con 1434 yardas. Por su parte, Gurley lideró la liga con 21 touchdowns desde la línea de golpeo y se ubicó cuarto con 1,831 yardas totales. El tacle defensivo Aaron Donald (20.5 sacks) ganó el premio Deacon Jones, otorgado anualmente al líder de la NFL en capturas de quarterback.
Este será el noveno encuentro en postemporada entre Cowboys y Rams, y el primero desde la Ronda Divisional de la NFC de 1985, ocasión en la que los Rams se impusieron 20-0. Los Cowboys lideran la serie histórica 17-16, incluyendo Playoffs, y ganaron tres de los últimos cuatro enfrentamientos.
Jared Goff y Dak Prescott son los quarterbacks de Los Angeles y Dallas, ambos generación 2016, aunque Goff fue reclutado por los Rams con el pick #1 general de aquel draft, mientras Dak fue tomado por el Equipo de América en la cuarta ronda como la selección 135 global. Tienen que demostrar que están listos para competir en esta clase de juegos de vida o muerte, acompañados por receptores talentosos y confiables como Robert Woods y Cole Beasley, y por dos muy explosivos como Brandin Cooks y Amari Cooper, respectivamente.
Los Cowboys tienen una de las mejores defensivas que quedan en la postemporada liderados por DE DeMarcus Lawrence con sus 10.5 sacks, intercepción y dos fumbles forzados, junto a los increíbles linebackers Jaylon Smith y Leighton Vander Esch, que forman un tándem de furia y juego salvaje que ha provocado estragos aún contra los mejores. Los Rams tienen al espectacular Defensivo del Año 2017, Aaron Donald, y por aire a dos corners experimentados como Marcus Peters y Aqib Talib.
Será un juego dramático de pronóstico reservado y donde ambos equipos tendrán que emplearse al máximo para llevarse la victoria y con ella el derecho al Juego de Campeonato de la NFC.