Al fin los Dallas Cowboys reforzaron su débil cuerpo de receptores con un WR que no estaba cómodo en su equipo y con suficiente talento pues hace solo dos temporadas fue al Pro Bowl.
Dallas Cowboys adquieren al WR Amari Cooper de Raiders
Los Vaqueros hicieron un ‘trade’ con Oakland enviando una selección de primera ronda del Draft 2019 a cambio del receptor dos veces Pro Bowler.

Los Oakland Raiders acordaron intercambiar al receptor abierto Amari Cooper con los Cowboys por una selección de primera ronda en el Draft 2019, reportó el lunes el informante de NFL Network, Ian Rapoport. Ambos equipos confirmaron más tarde el trato.
Se trata de otro trade dentro de la organización de Raiders que se mueve en una dirección diferente bajo Gruden en su primer año de vuelta. El head coach empezó el año a enviando a Khalil Mack a los Chicago Bears, y sigue haciéndolo desechando a otra joven y talentosa selección del equipo.
"Odio ver a los buenos jugadores irse", dijo Gruden en una declaración a Chris Mortensen de ESPN. "Estaba en el campo de entrenamiento cuando Reggie se acercó a mí y dijo que los Cowboys harían esto por el N°1, y yo dije que lo hiciéramos. Ahora tenemos cinco selecciones de primera ronda en los próximos dos años, así que estoy entusiasmado con eso", declaró Gruden.
Sin embargo, esta vez, el recorrido parece un poco mejor. Tras dos temporadas consecutivas con 72 o más recepciones, superando las 1,000 yardas y los cinco touchdowns, Cooper ha batallado por recuperar su forma. La campaña pasada, lidió con sus rutas de carrera en una ofensiva que se vio obstaculizada por una lesión en la espalda de Derek Carr. Esta temporada, ha sufrido dentro de una ofensiva que no ha sido creativa y a menudo se muestra sin espíritu.















Los números de Cooper han reflejado esa desaceleración. En los últimos dos años combinados (20 juegos), atrapó 70 pases para 960 yardas y ocho touchdowns. Muchos equipos seguirían teniendo ese tipo de producción, pero eso no vale una selección de primera ronda, incluso con dos Pro Bowls en su haber.
Dallas está aún en disputa por la NFC Este en este 2018, pero carece de un receptor tras la partida de Dez Bryant, envía una primera ronda a Oakland (que ahora tiene tres de ellas en 2019) por el que los Cowboys, probablemente, vean como su receptor número 1 en los próximos años. Sin lugar a dudas, Cooper tiene ese potencial y ha demostrado la capacidad de producir cuando está en una ofensiva que no es completamente disfuncional y puede conectarse.
Pero enviar un primer pick de la semana 8 parece desesperado. En términos de largo plazo, Cooper probablemente valga la pena. Pero eso también incluye apostar por si puede establecer una relación con Dak Prescott (o, quizás, quien lo suceda en la posición), y que Cooper regrese a su forma de 2016 en un nuevo ataque. También insinúa que el trabajo de Jason Garrett está en el alambre.
De inmediato, Cooper encabeza un grupo que de repente luce bastante equilibrado. El receptor de cuarto año se une a Allen Hurns, Cole Beasley y al novato Michael Gallup. Hurns opinó sobre el trade con Jane Slater de la NFL Network: “Cooper es una gran adición. El tipo es un jugador de pelota".
Cooper también debería ayudar a Dallas, que recortó al receptor Brice Butler para hacer espacio, informó Slater, a crear más oportunidades en el juego aéreo. De acuerdo con Next Gen Stats, las 3.8 yardas promedio de separación de Cooper por objetivo (el cuarto mejor en la NFL entre los receptores con más de 30 objetivos) es un total de 1.6 yardas más alto que el promedio colectivo logrado por los receptores de los Cowboys, que es el peor en la NFL.
En teoría, un receptor con más espacio debería generar más producción. Dallas espera que ese sea el caso en 2018 y más allá. El receptor está bajo contrato hasta 2019 en una opción de novato en el quinto año que está programada para pagarle 13.9 millones la próxima temporada.