En la vida y en el deporte, el hubiera no existe. Ya no hay marcha atrás, la NFL tomó la decisión adecuada y ahora solo nos queda imaginar cómo habría sido el partido del año en el Estadio Azteca.
El Azteca, la NFL y lo que pudo ser
La decisión de cancelar el partido fue la adecuada, pero ahora solo queda imaginar.
Los amantes al deporte de las tackleadas tuvimos que esperar más de 10 años para que la NFL volviera a México y tan solo dos años después, parece que todo se derrumba, pero ese es otro tema.
Tal vez así lo planearon, tal vez fue suerte, pero lo que es un hecho es que ningún partido internacional en la historia contaba con los dos mejores equipos del momento.
Es cierto, Tom Brady visitó el Coloso de Santa Úrsula hace una temporada y Londres ha albergado grandes duelos; sin embargo, no hay punto de comparación.
Kansas City y Los Angeles, ambos con récord de 9-1 y líderes de sus respectivas conferencias, son la crema y neta de la presente temporada.
Era tanta la expectativa de este encuentro que, por primera vez en 30 años, las altas/bajas de un partido de la NFL estaban en 64 puntos.
¿Se imaginan un duelo poder a poder entre Patrick Mahomes y Jared Goff? ¿Quién hubiera hecho del Azteca su santuario, Todd Gurley o Kareem Hunt? ¿El TD más largo del partido hubiera sido de Brandin Cooks o Tyreek Hill? ¿A quién hubiera ovacionado el Azteca como sucedió con Brady? ¿La afición se iba a comportar a la altura?
Esas preguntas estarán en la mente de todos los aficionados de aquí a que empiece el partido, ahora programado a jugarse en el Memorial Coliseum en Los Ángeles.
México perdió una oportunidad de oro y los más afectados son los aficionados. Esos aficionados que soñaban con ver a las estrellas en vivo y que ahora deberán recurrir a una televisión.
El hubiera no existe, pero en momentos como estos no queda más que pensar en ello para intentar sanar la herida.