El Super Bowl puede ser en Glendale, Houston, Minneapolis o Atlanta, lo que no cambia -si llegan los Patriots- es la absurda oleada de reporteros alrededor de un solo hombre: Tom Brady.
¿GOAT o 'GOAL'? Tom Brady y el ya legendario asedio en sus conferencias de prensa
El hotel sede de los Patriots en Atlanta fue el nuevo escenario donde fue ‘acorralado’ el quarterback de Nueva Inglaterra.
El quarterback de los New England volvió a ser, una vez más, y por tercer año consecutivo, el objetivo principal de las cámaras y micrófonos en la sede del Súper Tazón en la edición 53.
Durante el segundo día de actividades en la semana del Super Bowl LIII, los Patriotas atendieron por primera vez a los medios de comunicación en su hotel, el Hyatt Regency de Atlanta, donde el stand del #12 estaba abarrotado incluso media hora antes de que llegaran los jugadores.
En punto de la 1:00 pm ET, diez jugadores de los tricampeones de la Conferencia Americana tomaron el estrado para atender a los periodistas, pero toda la atención se la llevó el pasador de 19 temporadas en la NFL, y único que puede presumir una mano llena de anillos de campeón.
Como ya es costumbre, the GOAT saludó cordialmente a los reporteros y camarógrafos que cercaron la mesa destinada para recibirlo. Es curioso observar los esfuerzos descomunales que realizan los periodistas por tener la mejor foto del mariscal de campo de Nueva Inglaterra, o simplemente estar cerca del cuatro veces Jugador Más Valioso del Super Bowl.
En la misma habitación se encontraban jugadores titulares de NE del calibre de Chris Hogan, el RB Rex Burkhead, el linebacker Kyle van Noy o Matthew Slater de equipos especiales, pero la gran mayoría de los presentes quería obtener algo de Brady, una sonrisa, una declaración, algo, lo que fuera con tal de llevar la nota principal con la cara del máximo referente en la historia de los Patriotas.
Al menos 50 cámaras de televisión, muchos celulares y una centena de periodistas rodearon al quarterback de New England durante los más de 50 minutos que respondió todo tipo de preguntas, hasta despedirse con su característico “Thank you, guys” con esa peculiar humildad memorable.
Es cierto. Brady es una auténtica leyenda, posiblemente el mejor de todos los tiempos (en logros y lo será en estadísticas), que roba miradas, flashes y hasta suspiros, y no solo de sus aficionados. Su legado cada día crece más y no parece dispuesto a terminar su carrera pronto, por eso es entendible que vuelva a convertirse en el protagonista y personaje principal los días previos al Super Bowl LIII.