Los Dallas Cowboys tienen una foja de 3-5, pero incluso si ésta fuera mejor, el dueño Jerry Jones estaría muy preocupado a raíz de lo que observó el lunes en la derrota contra Tennessee.
Jerry Jones, consciente: “Los Cowboys no van a ningún lado si no mejoran”
El dueño de los Dallas Cowboys sabe que su equipo ya no tiene margen de error pero tampoco piensa hacer cambio de coach a media temporada.
Normalmente optimista, Jones se mostró abatido que no manifestó interés alguno por hablar de las posiciones en la División Este de la Conferencia Nacional, ni siquiera cuando la realidad es que los Cowboys pueden alcanzar en la cima a Filadelfia, el campeón del último Super Bowl, tan sólo si derrotan el domingo a los propios Eagles.
Ese triunfo sería el primero de Dallas como visitante en una temporada nefasta.
“No vamos a ningún lado si no jugamos mejor”, sentenció Jones luego del revés por 28-14 ante los Titans, en un juego que pareció al inicio que los Cowboys se encaminaban a propinar una paliza.
“Lo que puedo reconocer no es tanto las tres victorias y las cinco derrotas, sino la forma en que perdimos este partido y la manera en que lo jugamos. Tenemos que jugar mejor. Nuestro récord podría ser mejor de lo que es ahora y de todos modos estaríamos en problemas”.
Los Cowboys realizaron un canje para obtener al receptor Amari Cooper y destituyeron al entrenador de la línea ofensiva Paul Alexander durante su semana de descanso, en la que hubo mucha actividad de la dirigencia.
Las modificaciones parecieron positivas al comienzo. Cooper anotó el primer touchdown de Dallas y el corredor estelar Ezekiel Elliott acumuló 75 yardas desde la línea de golpeo en el primer cuarto.
Pero todo cambió con un pase de Dak Prescott a Cooper con doble cobertura en las diagonales, cuando Dallas ganaba por 7-0. Kevin Byard interceptó el envío, Tennessee avanzó 80 yardas en 15 jugadas y anotó. Los Titans no volvieron a mirar atrás.
Ahora, los Cowboys están en riesgo de ausentarse de los playoffs por segundo año consecutivo, después de las estupendas campañas de novatos que tuvieron Prescott y Elliott. En el primer año de ambos jugadores, los Cowboys tuvieron el mejor récord de la Nacional, con 13 triunfos, antes de caer en la ronda divisional ante Green Bay.
Desde hace dos años, cuando Dallas hilvanó 11 triunfos para comenzar la temporada con una foja de 11-1, los Vaqueros tienen una marca de 14-15, incluida aquella derrota frente a los Packers.
A Jones le llovieron las preguntas sobre si el entrenador Jason Garrett conservará su empleo luego de la derrota frente a Tennessee. En un momento, el dueño y gerente general descartó que vaya a despedir a Garrett durante la temporada.
Pero si Dallas no cierra al menos la campaña con un récord de 6-2, Garrett habrá acumulado apenas tres campañas ganadoras y dos apariciones en los playoffs a lo largo de ocho años.
“No sé cómo articular mi paciencia o la falta de la misma. Y no trato de zafarme”, dijo Jones. “Simplemente no tengo por ahora una evaluación de mi paciencia”.
Si los Cowboys caen ante los Eagles, no habrá mucho más por dilucidar, salvo el futuro de Garrett.