El sexto título de Super Bowl que los New England Patriots conquistaron en la undécima participación de su historia, convierte a la ciudad de Boston en la única del país que posee a cuatro equipos diferentes de los deportes profesionales que se han convertido en dinastías.
Los Patriots convierten a Boston en la capital de las dinastías deportivas
Los Red Sox, Celtics y Bruins también gozan del mismo éxito que los nuevos campeones de la NFL.
Los Patriots de Tom Brady y Bill Belichick igualaron a los Steelers como el equipo más ganador de la historia a tras vencer 13-3 a los Rams de Los Angeles en el Super Bowl LIII..
Pero la primera, legendaria y única que hizo que el nombre de Boston alcanzase todos los rincones del mundo fue la de los Celtics, que tiene en su poder 17 títulos, la mejor marca en la historia de la NBA y la segunda en todos los deportes profesionales de Estados Unidos, solo superados por los New York Yankees en las Grandes Ligas (27 títulos de Series Mundial).
Precisamente, el único equipo que intentó hacerle sombra fueron los Boston Red Sox, actuales campeones de la Serie Mundial, que le ganaron el pasado otoño a otro equipo angelino, los Dodgers.
Los Medias Rojas, bajo la dirección del piloto puertorriqueño Alex Cora, dieron al equipo de Boston el noveno título en el "Clásico de Otoño”.
Después de la maldición del "Bambino", cuando Babe Ruth dejó a los Medias Rojas para irse con los Yankees, el equipo de Boston, que tenía en su poder cinco Series Mundiales, tuvo que esperar 86 años antes de ganar de nuevo el World Series.
Pero desde que en el 2004 lograron su sexto título con el dominicano David Ortiz como gran protagonista, los Red Sox han ganado ya otros tres títulos, en el 2007, en el 2013 y en el 2018.
Por su parte, los Bruins de Boston de la Liga Nacional de Hockey Sobre Hielo (NHL) completan la cuarta dinastía dentro de los deportes profesionales al haber conseguido seis título de la Stanley Cup.
Este nuevo triunfo de los Patriots ante un equipo profesional de Los Ángeles, los Rams, permite a Boston consolidar su supremacía en el ámbito deportivo sobre la ciudad californiana.