Los Patriots se reinventan: su ataque ahora se basa en el juego terrestre

Algo está claro sobre la última travesía de los New England Patriots al partido de campeonato de la Conferencia Americana de la NFL: ha traído mucha introspección y reinvención en el ataque.

En el pasado quedan los días en los que Nueva Inglaterra podía apostar a que Tom Brady iba a lanzar cuatro touchdowns cada semana o simplemente soltar un pase a Rob Gronkowski a la hora crucial y esperar que sucediera algo bueno.

Brady, aunque no muestra indicios de baja de juego acelerada a sus 41 años de edad, se vio más vulnerable en su 19na campaña en la NFL, con solamente un partido de cuatro touchdowns, además de 11 intercepciones, su mayor total desde 2013.

Gronk no está tan viejo como Brady, pero ciertamente ha sido vapuleado y está jugando con un físico que luego de múltiples lesiones y cirugías le hizo contemplar seriamente el retiro tras la derrota en el último Super Bowl.

Luego de una campaña regular en la que los Patriots perdieron cinco partidos, la mayor cantidad desde el 2009, Bill Belichick reconoció la necesidad de que su equipo usara aún más su fuerza ofensiva colectiva.

El resultado ha sido un equipo que ha redescubierto su capacidad de acarrear el balón y agotar a los rivales. Nueva Inglaterra lo hizo exitosamente en la victoria el domingo por 41-28 contra los Chargers de Los Ángeles en la Ronda Divisional. Va a necesitarlo de nuevo para poder imponerse a un formidable equipo de los Kansas City Chiefs por el cetro de la conferencia.

"Uno no puede ser unidimensional en este tipo de partidos”, dijo Brady. “Es muy difícil hacerlo contra demasiados equipos buenos. Llegas a este punto y hay poco margen de error y tienes que ser bueno en todas las fases. Acarrear el balón, lanzarlo, patearlo, jugar defensa, todo. Tenemos que hacerlo de nuevo”, añadió el quarterback.

El corredor Sony Michel anotó tres touchdowns y acarreó para 129 yardas contra los Chargers. Las tres anotaciones fueron la mayor cifra para un novato de los Patriots en un partido de Playoffs.

Los compañeros de Michel en la retaguardia estuvieron igualmente activos. Rex Burkhead añadió una carrera de seis yardas para touchdown y James White, con 15 atrapadas, empató a Darren Sproles con el mayor total en un juego de playoffs en la historia de la NFL.

Los Patriots tuvieron cuatro anotaciones por tierra, su mejor total en la campaña. Las 155 yardas marcaron además la quinta vez en que los Patriots acarrearon para más de 130 yardas desde su semana de descanso. Nueva Inglaterra no ha perdido un partido esta temporada cuando acarrea para 100 yardas o más como equipo.

"Se trata de confianza y paciencia”, dijo Michel. “Tenemos fe en que el entrenador va a decidir la mejor jugada posible para que tengamos éxito y los muchachos van a preocuparse por ejecutar esa jugada. La línea ofensiva, los receptores, todo el mundo va a hacer su trabajo, y es nuestra responsabilidad hacerlo”.

El otro corredor y amenaza en como válvula de escape, James White, comentó que el equipo no debe cavilar en exceso sobre cómo tener el mismo éxito fuera de casa.

“Hay que saber ejecutar durante cuatro periodos, arrancar a todo vapor y jugar con la identidad de los Patriots. Hay que olvidarse de lo hecho durante la temporada regular”, sentenció el #28.

Al igual que los Patriots, los Chiefs tienen un entrenador veterano sentado en el tono, Andy Reid, pero tienen además a un joven quarterback en su segundo año en Patrick Mahomes que ha estado imperturbable toda la temporada, en la que es favorito para ser el Jugador Más Valioso.

Después de rezagarse durante el duelo de la sexta semana con los Patriots, Mahomes lideró la reacción de los Chiefs al empatar al final del partido. Un gol de campo de Stephen Gostkowski al expirar el tiempo certificó la victoria 43-40 de New England en Foxborough.

Aunque Brady lanzó para 340 yardas y un touchdown en ese partido, no le ha ido tan bien como visitante ante los Chiefs. Apenas tiene marca de 1-2 con tres pases de touchdown y seis intercepciones en tres partidos en el Arrowhead Stadium.

Este será el primer partido de postemporada de Brady en Kansas City.