Houston arrastró a los Titans con la explosividad de Lamar Miller y Deshaun Watson

Con la División Sur de la Conferencia Americana en juego, los Houston Texans impusieron su ley y le propinaron una dura derrota 34-17 a los Tennessee Titans en el Monday Night Football de la Semana 12 en el NRG Stadium para confirmarse como uno de los mejores de la AFC.

Los Texans consiguieron su octava victoria seguida de la temporada y se alzan como el tercer mejor equipo de la Americana mientras detuvieron el intento de meterse a competir de los Titans.

Houston dominó las trincheras y fue una pesadilla atacando por la vía terrestre liderados por Lamar Miller y Deshaun Watson. El equipo acumuló 282 yardas totales por tierra y dos touchdowns para resolver el duelo divisional de este lunes por la noche ante unos frontales de Tennesse superados en número.

Los Titans se pusieron adelante desde su primera ofensiva con un gol de campo de Ryan Succop y luego aumentaron la ventaja con una escapada sorprendente del TE Jonnu Smith, 61 yardas por el centro del campo, en una recepción de anotación que ponía a Tennessee 10-0 adelante.

Houston se puso las pilas en ofensiva y logró descontar con el primer touchdown para Demaryius Thomas con los Texans. El ex Denver atrapó un envío de 12 yardas para acercarse a tres puntos.

La defensiva local paró a Mariota en el siguiente drive y el ataque respondió tomando la ventaja con un acarreo de Deshaun Watson en optativa, 15 yardas hasta las diagonales. Tennesse tuvo la pelota de vuelta y la llevó hasta dentro de la 5 de los Texans pero no logró concretar. Se la jugaron en 4ª y los pararon, para irse con las manos vacías cuando al menos podían acercarse a un punto.

El siguiente ataque de Houston arrancó en su propia yarda 3 y fue tan efímero como espectacular. Lamar Miller siguió destrozando a la defensiva de los Titans y rompió la línea de scrimmage a pura velocidad hasta escaparse al touchdown, para una anotación de 97 yardas. El tercer TD más largo en la historia del MNF gracias a su buena aceleración.

Los Texans anotaron 24 puntos sin respuesta con la patada de 43 yardas de Ka’imi Fairbairn para irse ganando por dos anotaciones al llegar al medio tiempo. Arrancando el tercer cuarto, convirtieron el juego en uno de tres posesiones para Titans, con otro FG, obligando a Marcus Mariota a lanzar.

Justo cuando todo parecía perdido para los Titanes, el mariscal de campo se sacó una captura y encontró a Corey Davis por la banda y el receptor abierto se quitó a dos profundos para entrar casi caminando a la anotación, para poner el marcador 27-17 todavía en favor de los Texanos.

La defensiva de Tennessee hizo su trabajo sacando a Watson con un tres y fuera pero luego JJ Watt golpeó a Mariota en el balón en tercera y frustró el intento de los Titans. En su siguiente drive, Houston tenía 3ª&2 en medio campo y Deshaun Watson se aventuró a correr, ganando el 1°&10 y mucho más, 34 yardas hasta meterse a la 10 de TEN, aunque al derribarlo parecía fumble.

Tennessee retó la jugada, los referees no concedieron el balón suelto y dos jugadas después, Watson encontró a Demaryius Thomas otra vez en la zona de anotación para su segundo TD juntos. Así fue como los Texans llevaron el marcador hasta 34-17 haciendo muy difícil el duelo para Titans. Todavía en el último drive de los visitantes, la defensiva les robó el balón para cerrar todo y ya no permitir más puntos en el encuentro.

Con la victoria este lunes por la noche, Houston (8-3) se confirma como líder absoluto de la AFC Sur y empieza a dejar atrás a Tennessee (5-6) en un intento por meterse a la pelea por el campeonato. El triunfo en este duelo divisional es importante para definir la cima pero sobre todo para que los Texans sean tomados en cuenta como la tercer mejor franquicia de la Americana.

En el primer juego desde que su fundador y propietario, Robert 'Bob' McNair falleció el viernes, los Texans lo homenajearon mediante calcomanías en la parte posterior de sus cascos con forma de balón de fútbol americano y letras blancas mayúsculas con sus iniciales “RCM”. Con ese recuerdo en sus cascos, se convirtieron en el primer equipo en la historia de la NFL en ganar ocho partidos en fila luego de abrir la temporada 0-3.