En pleno duelo por el fallecimiento de Jorginho, masajista del Flamengo, el club informó que las pruebas hechas durante el fin de semana al resto de su personal arrojó ocho infectados por coronavirus.
Alarma en Brasil: muere masajista del Flamengo y hay ocho infectados más
Lo sucedido con el 'Urubu' pone en pausa el plan que alistaban en Brasil para volver a entrenar.
Este lunes se dio a conocer que un paro cardiorrespiratorio provocado por una complicación en su tratamiento contra el COVID-19 acabó con la vida de Jorginho, de 40 años, y quien era el empleado con más tiempo en el club.
Ahora, Globoesporte ha dado a conocer que ya se les informó a los ocho casos positivos sobre su resultado durante la primera etapa de pruebas diagnósticas internas.
El conjunto carioca continuará con este protocolo preventivo a lo largo de la semana y que para mayor certeza realizará tres estudios a cada empleado, dos sanguíneos y uno más a través de la secreción respiratoria. Los resultados de los exámenes realizados a los jugadores se dará a conocer el viernes.
Esto pone en alarma no solo al Flamengo, sino a todo el futbol brasileño, pues la CBF ( Confederación Brasileña de Futbol) en conjunto con los clubes ya estaban trabajando en un plan para volver a los entrenamientos a corto plazo.
La idea era que la siguiente semana los futbolistas volvieran a las instalaciones de su club en grupos pequeños, siguiendo las medidas de higiene y distanciamiento necesarios, sin embargo, esto continúa en evaluación y el club no dará a conocer su postura hasta que haya finalizado la etapa de diagnósticos.
Por el momento, el mismo medio brasileño señala que hay un conflicto interno, pues la directiva está dividida en cuanto a la manera de proceder.
El presidente de la institución, Rodolfo Landim, quien ha debatido las recomendaciones de las autoridades de Rio de Janeiro y se ha posicionado a favor del regreso a los entrenamientos, mientras que el vicepresidente general, Rodrigo Dunschee de Abranches, también vicepresidente financiero, prefiere tomar el regreso con más calma para evitar problemas con organismos gubernamentales.