Japón humilla y agranda la crisis de Alemania de cara a su Euro

El sol no sale para todos, nace siempre en el lejano Pacífico y pareciera que se queda ahí, los rayos y la luz se apartan y se alejan siempre del centro de Europa, entre Frisia y el Oder, donde está una Alemania que lleva sumida en las cavernas desde hace ya cinco años, que pasa más por oscuridad que por luminosidad, más por vergüenza que por orgullo.

Japón se paró en Wolfsburgo a repetir la dosis a Alemania respecto a lo visto en Qatar 2022 o no, quizás no solo repitió, sino que dio una puntilla humillante al 'Nationalelf' con una goleada de 4-1 que pudo ser mucho más humillante de no ser por Ter Stegen.

La debacle alemana acarrea ya muchos años, partidos y minutos en este partido de la Volkswagen Arena. Los dirigidos por Hansi Flick no acabaron por descifrar un juego demasiado flexible por parte de los nipones, tal y como se vio en la pasada Copa del Mundo, pero con un resultado mucho más desastroso para los europeos quienes empezaron a ver cómo se fraguaba la tragedia a los 11' con una buena jugada colectiva que acabó con un auténtico golazo casi de 'taquito' de Junya Ito.

Intensidad y persistencia: solo unos minutos, la maquinaria alemania apareció en Wolfsburgo, suficiente para que Leroy Sané anotara con un tiro cruzado a los 19' en lo que sería la única alegría de la noche para los locales que vieron cómo Ueda igualaba apenas tres minutos después un partido que ya no se le escapó de las manos a Japón.

La 'Mannschaft' se apoderó del esférico siempre, solo porque ese era el plan del técnico Hajime Moriyasu, tal y como sucedió en Catar, pero con la agravante ahora para los de Flick de encontrar más credibilidad y confianza en sí mismos de cara a la Eurocopa que el próximo año recibirá Alemania: nada más lejos de la realidad. Con balón pero sin peligro, los alemanes se fueron diluyendo en medio de un par de piernas niponas en el mecio campo y que ya bien entrado el partido, cambió a una formación de 5-4-1, sin dejar de ver cómo contratacar.

Ni siquiera el ingreso de Müller o Brandt ayudó a una Alemania que se volvó en los minutos finales en busca del empate y ahí fue donde Japón olió la sangre para irse al contragolpe y, de esta forma, dio rumbo definitivo al partido a los 90' con un contragolpe que Takuma Asano culminó frente a una solitaria meta, ya sin un Ter Stegen que había sido héroe en el partido al evitar, a estas alturas, una goleada de al menos 6 tantos asiáticos.

Ao Tanaka con un cabezazo quebró el espíritu hasta al portero del Barcelona en la compensación, el remate a una obra monumental de Japón que parece deslumbrar con sus propiedades solares después de sorprender en Qatar 2022 y, de paso, arrebatar la luz a una Alemania que lleva ya cinco años sin ver el sol y metido en las cavernas a solo meses de celebrar su Eurocopa.