“Siempre se le ayuda al Real Madrid en los partidos”, dijo Marco con todo enojado.
Alfredo Tame | Pláticas entre 40 y 20: Real Madrid
El Real Madrid-Barcelona sufrió una metamorfosis negativa desde Pep y Mourinho.
“Ay si, ¿y al Barcelona no?”, expresó de manera retadora Carlos al comentario de Marco.
“A los dos equipos se les beneficia, la camiseta pesa”, fue el punto de vista de Carolina tratando de ser más objetiva.
“No puede ser que no reconozcan los culés que sin el árbitro no podrían hoy tener logros”, insistió Marco sacando su corazón merengue en el tema.
“Y es imposible no reconocer que el apoyo al Madrid es de los árbitros, dirigentes y más, no puede ser que no se vea”, fue el comentario final de Carlos tratando de empatar las cosas.
Y es que durante esta semana se ha intensificado el tema de si le “ayudan” al Real y al Barcelona los arbitrajes.
Empecemos por la parte objetiva:
A ambos equipos se les ha beneficiado mucho más que perjudicado en temas arbitrales. Esa frase que usó “Carolina” en la plática previa, es sumamente cierta: las camisetas pesan.
Y no sólo en España, en todo el mundo. El problema está en que cada vez es más notorio, menos fácil de defender y mucho más polémico cuando trata de poderse estar resolviendo LaLiga.
El Real Madrid y el Barcelona son los 2 equipos más mediáticos del mundo, de los que más dinero generan y de los que más afición tienen dentro y fuera de España. El que todos los ojos estén puestos en ellos es normal cada vez que saltan a la cancha.
Arbitrear un partido de estos 2 equipos no debe ser tarea fácil y aunque parecería ahora que con el VAR podría tener ese apoyo que tanto requiere un árbitro para impartir justicia, parece que los dejan más expuestos que nunca.
Que sí fue mano del Real, sí, pero también del Barça dirían los culés.
Que si no era penal del Barça, sí, pero al Real no le marcaron uno el otro día, dirían los Merengues. Y la única realidad, es que se sigue motivando una escasez de Fair Play entre aficionados, analistas, comentaristas y demás..
El fútbol siempre será el reflejo de la sociedad y el solapar un error con otro, no es algo ético. Y esta práctica es la que más ha cobrado fuerza y ejercicio en los últimos años entre aficionados culés y merengues dejando de lado la parte más importante que es la rivalidad per se.
Soslayar que está mal también es esconder una realidad, una realidad que nos cuesta trabajo aceptar si es propia pero que nos facilita y empodera hacerla si es ajena.
Aunado a que hay temas político-sociales que gusten o no, también intervienen en el fútbol, sí, ese deporte que es más que sólo un espectáculo, más que una religión, más que una afición, ha llegado a umbrales que muchas veces no comprendemos o conocemos.
Lo que resalto y he venido analizando desde hace mucho tiempo es que el Real Madrid vs Barcelona sufrió una metamorfosis negativa desde que Pep y Mourinho fueron los responsables en el banquillo de sus respectivos equipos sumado al creciente mundo de las redes sociales.
Desde que Mourinho tomó al Real Madrid le provocó una incesante manera de quejarse absolutamente de todo, antes, durante y después del partido. Desde que se le dio la oportunidad a Piqué de ser una voz fuera del campo ha politizado los Clásicos y a partir de ahí hablar del Madrid vs. Barça se ha vuelto una batalla que poco recae en lo deportivo, en el triunfo, en la derrota, sino en el reclamo, la queja, la culpabilidad al árbitro y el empeño en pelear por lo que no suma.
Termino por la parte de aficionado: soy culé, en casa es primero la familia y después el Barcelona pero francamente el que todos los partidos se esté a la expectativa de lo que va o no a señalar a favor o en contra de un equipo es una práctica que no quiero mi hijo la llegue a reproducir.
En fin, estas son pláticas entre 40 y 20…