Técnicos van y vienen, pero las cadenas parece que son muy pesadas en Alemania, incluso pueden pesar más en la capital Berlín, una ciudad que históricamente, no ha perdonado a su 'Nationalelf' y que ahora, sirvió para que Julian Nagelsmann viviera su primera derrota como estratega nacional.
Alemania no sale de su crisis: Turquía gana en Berlín
Julian Nagelsmann pierde su primer partido como técnico del 'Nationalelf' para extender la crisis germana.
Alemania extiende su crisis, ahora al perder en casa por 3-2 ante una Turquía valiente, aunque sin presentar su mejor versión, suficiente para dar cuenta del conjunto germano en el legendario Olympiastadion, tan majestuoso como el abismo en el que sigue la 'Mannschaft'.
Ya sea Löw, Flick o Nagelsmann, Alemania tiene una piedrita en el zapato que le impide tener buenos resultados. La plantilla tiene una somra difícil de quitar, todo lo contrario a los germanos quienes tienen en su técnico Vincenzo Montella una estella de esperanza de cara a la Euro 2024, justamente a celebrarse en Alemania.
Kai Havertz apenas a los 5' parecía dar tranquilidad a los germanos quienes llegaron a este amistoso después de una buena gira por Estados Unidos en donde dio cuenta del conjunto estadounidense e igualó con México. Todo parecía acorde al guión planteado por el propio Nagelsmann.
Ferdi Kadioglu a los 38' empezó a meter dudas en el conjunto local y Kenan Yildiz dio la voltereta en el marcador justo antes de que finalizara la primera parte: la bomba se había plantado ya en el seno del 'Nationalelf'.
Füllkrug, quizás el que se convertirá en la vía primaria del ataque en la era Nagelsmann, volvió a igualar el encuentro a los 49' en lo que era un respiro para el conjunto local, hasta que llegó la fatalidad vía penal en una jugada apretada que tuvo que pasar por revisión del VAR a los 69'.
Yusuf Sari a los 71' cobró bien desde los 11 pasos ante un Trapp que tenía la tarea de llenar los zapatos de Ter Stegen y Neuer, pero que tuvo una noche álgida con los tres goles en contra decretados. Turquía extiende una crisis de resultados muy fuerte en una Alemania que no encuentra el rumbo definitivamente y que, al menos, ve que la dirección técnica es posiblemente, el menor de sus problemas.