El entrenador italiano del Bayern de Múnich Carlo Ancelotti admitió haber realizado el sábado un gesto obsceno a aficionados del Hertha Berlín que supuestamente le habrían escupido, un hecho por el que podría ser sancionado por la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
Ancelotti admite haber hecho un gesto obsceno a aficionados del Hertha
El entrenador italiano no aguantó la presión del público local y terminó por ceder a las provocaciones con improperios.
"Sí, hice gesto después de que me escupieses", declaró el técnico al canal ARD. El incidente ocurrió cuando Ancelotti se dirigía por el túnel a los vestuarios después de que su equipo empatase en el descuento el partido disputado en el Olímpico de Berlín (1-1).
En las imágenes de televisión se puede ver a Ancelotti levantar el brazo con el puño cerrado y estirar el dedo corazón.
DFB insta a Ancelotti a explicarse por su gesto obsceno a un aficionado
La comisión de control de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha instado al técnico del Bayern Múnich, Carlo Ancelotti, a explicarse por el gesto obsceno que dirigió a la afición rival ayer, en el estadio del Hertha Berlin.
Camino al vestuario, inmediatamente después de que el Bayern lograse el gol del empate ya en el tiempo de descuento, el técnico italiano le hizo el gesto de la peineta -o "dedo pestilente", como se le denomina en Alemania- a un aficionado.
"Che cosa fai, míster?", se pregunta el rotativo "Bild", que publica una foto de Ancelotti, camino a vestuarios en el minuto 96, con el dedo corazón alzado.
El propio técnico admitió después en declaraciones a la televisión pública ARD esa reacción suya y explicó que el aficionado le había escupido.
El Bayern logró ayer empatar en el minuto 95 gracias a un gol de Robert Lewandowski -al que Ancelotti había tenido inicialmente en el banquillo-.
Lo de mostrar el "dedo pestilente" tiene un notable historial de polémicas en Alemania, sea en estadios de fútbol o en el ámbito político -como la que desencadenó el año pasado el vicecanciller y líder socialdemócrata Sigmar Gabriel, al hacer ese gesto a un neonazi.
El caso más conocido es el del exinternacional Stefan Effenberg, a quien mostrar el llamado "dedo pestilente" en dirección a la tribuna de público en el Mundial de 1994 le costó la expulsión fulminante y para siempre de la selección nacional.