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    Andrés Vaca | Me dijeron que narrar era imposible

    Mi sueño empezó como el de muchos, nunca lo pierdan de vista.


    Por:
    Andrés Vaca.


    Mi gusto por la narrada (cuentan) nació desde que era niño. La verdad yo no me acuerdo de nada, pero mis papás dicen que mi primer palabra fue “gol”.

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    Incluso lo tienen apuntado en un cuaderno en puño y letra donde llevaban todo el registro.

    Evidentemente de eso no tengo memoria, pero de lo que sí lo tengo claro fue cuando empecé a narrar por primera vez:
    como todos, siempre me gustaron los videojuegos.

    Prendía la consola y me ponía a jugar fútbol, con la diferencia que los narradores del juego nunca me gustaron.

    Le ponía 'mute' y prefería jugar sin sonido.

    Después empecé a improvisar y me puse a narrar yo.


    Más de veinte veces mi mamá me dijo que dejara de gritar. Me decía que no era necesario que gritara tanto.


    A partir de ahí me empezó a gustar lo que hacía.

    Años después entré al draft de voces -donde el premio era ser contratado- y tuve la fortuna de ganarlo.

    Cuento todo esto porque estoy escribiendo esta columna una vez terminada mi chamba: me tocó narrar el América vs. Pumas.

    Sé lo afortunado que soy y nunca dejaré de dar gracias a la vida.

    Más de una vez me dijeron que era imposible que fuera narrador y es por eso que aprovecho este espacio para decirles que los sueños se pueden cumplir.

    Que va a haber gente que les diga que “tal” o “cual” es imposible, pero está en ustedes la imposibilidad del hecho.

    No crean lo que les digan, cuando tengan un sueño aférrense a él y hagan todo para conseguirlo.

    Sea cual sea su sueño, nunca pierdan el objetivo principal. Créanme que vale la pena luchar por él.

    Antes de terminar también les quiero dar las gracias a ustedes, que si no fuera por los consumidores del deporte, este mágico trabajo no existiría.

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    Somos lo que somos por ustedes.

    Muchas gracias y recuerden siempre perseguir sus sueños.


    Estamos vivos.

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