El Real Madrid empató 2-2 ante el Fuenlabrada, de Segunda División B, tercera categoría del fútbol español, y se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey gracias a la aparición de Gareth Bale.
Bale salvó un empate para Real Madrid ante el Fuenlabrada
El conjunto merengue clasificó a los octavos de final de la Copa del Rey gracias a la buena actuación del galés.
El galés regresó de su lesión para despertar a su equipo y evitarle un sofoco ante un rival que dignificó al fútbol tras firmar un gran partido ante un gigante.
El conjunto blanco jugó con fuego hasta la última media hora, momento en el que reapareció Bale después de dos meses ausente por lesión. La salida del galés al campo apagó un posible incendio y ayudó a Borja Mayoral a lucirse con un doblete que dio la vuelta al marcador tras el tanto de Luis Milla en la primera parte.
Se esperaba una noche plácida para el Real Madrid, con el regreso de Mateo Kovacic, de Keylor Navas y de Bale. Todos se habían perdido muchos partidos por lesión y tenían la opción de volver a jugar. Al final, de inicio, lo hicieron los dos primeros.
También era el día para Marcos Llorente, Dani Ceballos, Theo Hernández y Borja Mayoral, que necesitaban reivindicarse para pedir más minutos.
Y era el día de los canteranos. Jugadores como Álvaro Tejero, Óscar Rodríguez o el argentino Franchu Feuillassier tenían un escaparate perfecto para hacerse notar. Entre todos componían un guión perfecto para un supuesto trámite que tenía que acabar al filo de una medianoche fría y lluviosa.
El destino quiso que el hijo de Milla, exjugador del Real Madrid, abriera el marcador con un zapatazo que pilló a Keylor Navas con la mano blanda. No la puso con firmeza, el balón rebotó en el larguero, le golpeó en la espalda y el Fuenlabrada se adelantó en el marcador ante el asombro del público que acudió al Bernabéu.
En el complemento entró Bale y prácticamente en el primer balón que tocó mandó un centro perfecto con el exterior del pie izquierdo que remató Borja Mayoral al fondo de la portería de Pol Freixanet. La calidad del galés acabó con el sueño del Fuenlabrada.
Bale llegó al rescate justo cuando los pitos comenzaban a ser una sinfonía desagradable en el Bernabéu. Y Bale sentenció tras provocar el segundo de Mayoral, que recogió el rebote de un mano a mano del galés que salvó Freixanet.
El Fuenlabrada consiguió su justicia poética con el tanto de Álvaro Portilla en el último instante y, aunque empató, fue el ganador moral. Jugó mejor, apretó desde la humildad al gigante y dejó una imagen inmejorable en una noche en la que Bale evitó un sofoco al madridismo.