Los jugadores colombianos Wilmar Barrios y Edwin Cardona regresaron a los entrenamientos del Club Boca Juniors de Argentina, luego de ausentarse una semana por rendir su declaración ante la justicia por una denuncia de abuso y maltrato físico por parte de dos mujeres.Frank Fabra, testigo en la causa judicial abierta la semana pasada contra Cardona y Barrios y quien también había resultado marginado del plantel, participó junto a sus dos compatriotas en el entrenamiento de cara al partido que el líder del torneo disputará el sábado contra Colón de Santa Fe por la reanudación de la Superliga del futbol argentino, según se apreció en imágenes transmitidas por el canal TyC Sports.La denuncia interpuesta la semana pasada en un juzgado en Buenos Aires sostiene que los dos mediocampistas del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto supuestamente privaron ilegítimamente de la libertad, amenazaron e infringieron lesiones a dos mujeres cuya identidad no trascendió, en un incidente entre el 13 y 14 de enero en un apartamento de la capital en la que también estuvo Fabra.A raíz de ello, Cardona, Barrios y Fabra entrenaron de forma separada, y el 17 de enero fueron desafectados del partido amistoso contra Aldosivi en el que Boca perdió 4-2 por penales. El partido era un previo al superclásico del domingo contra River Plate por el Torneo de Verano en el que Boca cayó por 1-0.Miguel Ángel Pierri, abogado de los dos colombianos denunciados, dijo en su cuenta de Twitter que la causa ha quedado reducida a "lesiones leves" y que Cardona "no se encuentra imputado" o acusado formalmente.Pero Juan Cerolini, abogado de una de las mujeres, señaló al diario Olé de Buenos Aires que "faltan testimonios y pericias" y los jugadores siguen acusados formalmente en la causa, donde se ha dispuesto el secreto de sumario.Tanto Fabra como Cardona y Barrios --que negaron las acusaciones en su contra-- han sido convocados a la selección de Colombia. Cardona fue suspendido por la FIFA cinco partidos internacionales el año pasado por realizar un gesto racista en un partido amistoso entre Colombia y Corea del Sur.