MONTEVIDEO, Uruguay.- Un zurdazo increíble de Kenedy, que entró en juego en la segunda parte, abrió el marcador y encaminó la victoria de una Brasil lenta y previsible que sufrió para superar a una Venezuela bien plantada sobre el campo que por momentos fue un incordio para la débil zaga canarinha.
Brasil tomó los galones desde el inicio y encontró muy pronto la portería contraria, con un disparo de Marcos Guilherme que dio al palo y el rechace fue empujado a las mallas por Gabriel, tanto que no subió al marcador por encontrarse el jugador en fuera de juego.
Con Gerson a los mandos, los brasileños parecían dispuestos a finiquitar el choque desde el inicio y resarcirse de la derrota en el último partido ante Uruguay. Marcos Guilherme gozó de otro disparo peligroso que se marchó alto y todo pintaba bien para sus intereses.
Pero enfrente se encontró a una Venezuela sin complejos que no se arrugó por la entidad del rival e hizo su partido, bien plantada sobre el terreno de juego, con Andrés Ponce solo en la delantera, cinco hombres en el centro del campo, entre ellos el veloz Jhon Murillo, y una línea de cuatro en la zaga.
Murillo fue un incordio cada vez que echaba a correr y Ponce provocaba que los centrales brasileños se hiciesen un nudo cuando se cruzaba entre ellos y recibía la bola. Fue así como la Vinotinto gozó de su mejor ocasión, con el delantero disparando a puerta después de colarse entre Eduardo y Marlon.
No cambiaron mucho las cosas en la segunda mitad y el técnico brasileño, Alexander Gallo, se decidió a mover el banquillo. Dio entrada a Yuri Mamute y Kenedy, y apenas 3 minutos después Brasil solucionó el partido.
Primero avisó Yuri Mamute, con una buena jugada por la izquierda asistiendo a Nathan, que erró en su intento de golpearla de primeras y meterla por el segundo palo.
En la siguiente jugada Kenedy haría uno de los goles del campeonato, con la zurda, desde el vértice derecho del área, enganchó un duro zapatazo imposible de atajar para el meta, Beycker Velásquez, uno de los más destacados de los suyos salvando ocasiones previas.
El gol cambió el partido por completo y sólo unos minutos después Gabriel definía el marcador final con otro bonito tanto producto de una subida por la izquierda del lateral, Lucas, capitán brasileño, que centró al área chica para que Gabriel sentenciara.
La coraza venezolana quedó resquebrajaba y plantarle cara a Brasil fue ya física y anímicamente inviable.