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    Castigan al técnico del Leverkusen con 3 juegos

    El entrenador del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, fue suspendido por al menos tres partidos y multado con 20.000 euros por negarse el pasado domingo a abandonar el banquillo tras ser expulsado por el árbitro en el partido de liga contra el Borussia Dortmund.


    Por:
    TUDN

    Roger Schmidt

    Imagen Getty Images
    Roger Schmidt

    ALEMANIA.- El entrenador del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, fue suspendido por al menos tres partidos y multado con 20.000 euros por negarse el pasado domingo a abandonar el banquillo tras ser expulsado por el árbitro en el partido de liga contra el Borussia Dortmund.

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    El tribunal deportivo de la Federación Alemania de Fútbol (DFB) informó de la decisión contra el técnico del Leverkusen, que podría ampliarse a otros dos partidos y cuya multa se justifica "por una conducta antideportiva continuada".

    El director deportivo del equipo alemán, Rudi Völler, también fue sancionado a pagar una multa de 10,000 euros por haber criticado en una entrevista posterior en televisión al árbitro del encuentro, Felix Zwayer, lo que la DFB ha considerado también en su comunicado como "una conducta antideportiva continuada".

    Tanto Schmidt como Völler han aceptado la decisión del tribunal deportivo, por lo que la sentencia es firme.

    Schmidt fue expulsado en la vigésima jornada de la Bundesliga alemana cuando su equipo se enfrentaba en casa al Borussia Dortmund, y en protesta por la decisión arbitral se negó a abandonar el terreno de juego a lo que se le requirió en varias ocasiones.

    El árbitro alemán se robó cámaras con su actitud y decisiones dentro del campo de juego, donde incluso amagó con finalizarlo antes de tiempo.
    Se jugaba el minuto 62 cuando el Bayer intentaba organizar un ataque que acabó en falta de Kiebling. Los jugadores amarillos madrugaron con un cobro rápido que metros y segundos después acabó con el gol del Borussia Dortmund.
    Los jugadores del Leverkusen le reclamaron al silbante Zwayer, esto debido a que el Borussia cobró la falta que derivó en gol 10 metros aproximadamente adelante de donde había sido.
    El árbitro se aceró al técnico del Leverkusen con quien tuvo un diálogo de unos minutos. Hasta ese momento no se vio ningún gesto de que Zwayer expulsara al estratega.
    El juez entró al campo de nuevo y se mantuvieron las pláticas con los jugadores del Bayer sin que se reanudara el partido. Incluso los elementos del Borussia se acercaron para ver el estado de la situación.
    Zwayer se mantuvo firme en no reanudar las acciones mientras no se saliera de la banca el entrenado local como muchos supusieron pese a no haber una tarjeta roja o gesto directo señalándole los vestidores.
    El silbante terminó por decirle a los dos equipos que se fueran a los vestidores, para asombro de los jugadores y de miles de fanáticos en la tribuna.
    La confusión del árbitro y la falta de claridad en sus acciones hicieron que Schmidt no se fuera a los vestidores, incluso Kieblig habló con su entrenador para intentar descifrar lo que Zwayer quería.
    El silbante decidió sacar a sus asistentes y de paso romper el ritmo del partido. Los equipos siguieron a los nazarenos a los vestidores. Por varios minutos nadie sabía si el partido seguiría o si era hora de marcharse a sus casas.
    La directiva del Leverkusen hizo un esfuerzo y tras dialogar con el árbitro dentro de los vestidores y luego en la cancha lograron que salieran a la cancha.
    Luego de poco más de 5 minutos de inactividad los equipos saltaron de nuevo al terreno de juego para reanudar las acciones. Y dejar la polémica sucedida como un incidente aislado.
    El Leverkusen intentó conseguir el empate a toda costa con varios ataques que se quedaron cortos para lo que buscaban.
    Al final los amarillos saldrían con los 3 puntos de visita en un partido fuera de lo común por lo sucedido con el silbante.
    Aunque Pierre Emerrick Aubameyang marcó a diferencia entre Bayer Leverkusen y Borussia Dortmund, la figura que se robó la atención del partido fue el árbitro Felix Zwayer.

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    El árbitro alemán se robó cámaras con su actitud y decisiones dentro del campo de juego, donde incluso amagó con finalizarlo antes de tiempo.


    Zwayer decidió entonces abandonar el campo durante unos diez minutos para forzar a Schmidt a cumplir su decisión, lo que dejó el partido interrumpido a veinte minutos del final.

    Finalmente el encuentro se reanudó con Schmidt ya fuera del banquillo y el Borusia acabó imponiéndose 0:1 y llevándose los tres puntos.

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