Hace cuatro años, el destino puso a Costa Rica en el ‘Grupo de la Muerte’ de la Copa del Mundo de Brasil 2014. Los ticos, de la mano del colombiano Jorge Luis Pinto, quedaron encuadrados junto a Italia, Inglaterra y Uruguay en un sector en el que a priori, parecía que tenían nulas posibilidades siquiera, de sacar un punto.
Jorge Luis Pinto y el regreso a Costa Rica del ‘Rey Derrocado’
El estratega colombiano se juega la calificación directa a Rusia 2018 en casa de su ex.
Pero Costa Rica no solo no fue la ‘Cenicienta’ del grupo, sino que además de acabar invicta la fase de grupos, calificó como primer lugar a la ronda de fase de octavos de final. Eso que comenzó como un sueño acabó en proeza cuando los ticos rozaron las semifinales del Mundial al llevar al límite a Holanda en la ronda de penales de los cuartos de final.
Aquel equipo pintaba para ser un cuadro de época que mantuviera por muchos años a Jorge Luis Pinto. Sin embargo, la continuidad del colombiano fue lo suficientemente efímera para quedar fuera del combinado tico antes que acabara 2014.
Del colombiano se quejaron prácticamente todos en Costa Rica. Su carácter hosco, militar y casi dictatorial acabó por llevarlo a estar enemistado con sus jugadores y parte de su cuerpo técnico. El rompimiento con la selección tica llegó como si fuera un golpe de estado.
Jorge Luis Pinto agarró trabajo muy rápido con uno de los mayores rivales históricos de Costa Rica. Honduras se desprendió del gran Luis Fernando Suárez para apostar por el timonel que llevó a Costa Rica a los cuartos de final de Brasil.
Pero en Honduras Pinto no ha terminado por convencer. Al igual que pasó en Costa Rica, el colombiano se ha llevado varios reveses por parte de integrantes de su plantilla quienes se han quejado de su manera de ser; el colombiano ha pasado a tropezones en el Hexagonal y hoy, pese a estar en zona de calificación y/o repechaje, tiene el calendario más complicado de los equipos de la Concacaf.
Ahora, en su primera visita a Costa Rica, a Pinto y a Honduras no les queda más que ganar en el Estadio Nacional; una derrota mandaría a la ‘H’ a una batalla frente a Panamá por el repechaje.
Mientras Pinto se jugaría la vida en casa contra México, en Panamá, su ex, Costa Rica, podría tirarle una mano en caso de sacar un triunfo ante el cuadro canalero.
Suposiciones, al final, meras suposiciones. Lo cierto es que si no hubiera existido un golpe de estado por parte del equipo tico, y si Jorge Luis Pinto no hubiera tenido un carácter casi dictatorial, lo lógico es que el colombiano hoy mantuviera su corona con Costa Rica para pelear por una nueva Copa del Mundo al frente del cuadro que dirige exitosamente Óscar Ramírez.