La crisis que Brasil comenzó a exhibir desde el año 2013 y el año 2014, cuando albergó la Copa Confederaciones y la Copa del Mundo de la FIFA, no ha terminado. Ahora, el país más grande de Latinoamérica podría proyectar nuevamente una imagen de profundo malestar social.
Bomba social en Copa América puede estallar en manos del presidente de Brasil
El Scratch inaugurará la Copa ante Bolivia en Sao Paulo mientras la ciudad más grande de Brasil estará paralizada por una huelga contra Jair Bolsonaro.
Aunque la causa principal del desastre brasileño está en su economía, su sociedad comenzó a decepcionarse de su propia política cuando se descubrió el escándalo de corrupción de "Lava Jato," o "Lava-Coche," por el cual se desvió y se lavó dinero por miles de millones de dólares desde Petrobrás: la empresa petrolera de Brasil.
Así, las clases medias y medias-altas culparon de la tragedia al gobernante Partido de los Trabajadores del ex presidente Lula da Silva y de su sucesora, Dilma Rousseff, quien fue abucheada en las tribunas del Maracaná de Río de Janeiro como la villana favorita.
El principio del fin para Rousseff fueron los Olímpicos de Río en el 2016. La mandataria ya tenía a todos los partidos de oposición en su contra, que acabaron coligándose para promover un exitoso juicio de desafuero o "impeachment."
Del desastre surgió la figura del político extremista Jair Bolsonaro, cuya plataforma electoral contempló refundir a Lula en la cárcel y aprobar leyes para permitir la portación libre de armas de fuego como medida contra la delincuencia y la inseguridad. Fue entonces que Lula fue encarcelado por un ministro de la Suprema Corte de Justicia cuando Lula mismo planeaba contender para volver a Brasilia como presidente.
Bolsonaro acabó ganando la elección presidencial y uno de sus primeros actos oficiales fue... incluir dentro de su administración a Sergio Moro, el juez encargado de apresar a Lula bajo cargos de corrupción.
Sin embargo, nuevos documentos filtrados a la opinión pública apuntan a que Moro no respetó los procedimientos judiciales al procesar penalmente a Lula. Brasil está otra vez en el ojo del huracán... Pero son ahora las clases trabajadoras las que han convocado a un paro nacional contra Bolsonaro el mismo día que el Scratch du Oro inaugura la Copa América en el Estadio Morumbí de Sao Paulo.
En el Mundial del 2014, la selección de Brasil recibió la peor goliza de su historia cuando Alemania le propinó un 7-1 en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte. Los seleccionados brasileños en realidad fueron incapaces de manejar la presión de una sociedad que anhelaba verlos solucionando en la cancha el desastre político nacional.
Ahora, en cambio, y sin Neymar, los brasileños no exigen de la Canarinha el salvamento de la patria, sino más bien que el ganar la copa les dé el estímulo para mostrarle a la clase política de Brasil que el pueblo... el pueblo es el que manda.