Donde el gran público piensa en Lionel Messi y Gonzalo Higuaín o Arturo Vidal y Alexis Sánchez, quizá sean Sergio Romero y Claudio Bravo.
Donde Messi y Vidal, quizá Romero y Bravo
Mientras toda la atención está puesta en otros sectores de la cancha, los porteros pueden hacer la diferencia en la final de la Copa América Centenario.
Porque con tanto talento de mediocampo para arriba en Argentina y Chile una decisión, una atajada, un mano a mano de los porteros puede decidir la final de la Copa América Centenario.
Es probable que ellos sean los dueños de la noche. Ocurrió hace un año cuando un juego cerrado y elusivo terminó por arrastrar a ambos conjuntos a la tanda de penales y ahí Bravo le atajó un tiro vital a Ever Banega -luego de que Gonzalo Higuaín pusiera en órbita su disparo- y Chile se coronó en su Copa América.
Claudio Bravo es el capitán del conjunto chileno. Juega para el FC Barcelona, alternó durante la campaña la titularidad con Ter Stegen y tiene 33 años. Ganó la Liga, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes la campaña que recién terminó.
Pero tuvo una irregular fase de grupos en la Copa América Centenario con errores en los partidos ante Bolivia y Panamá.
Se ha hablado de que ello se debió a problemas de salud de su pequeña recién nacida que le afectaron en su concentración. Fue mejorando con el paso de los partidos.
No recibió ningún tanto ante México en los cuartos de final y tampoco ante Colombia en semifinales.
Ante los cafeteros por fin dio la impresión de guardameta grande y atajó hasta en cuatro oportunidades sendas chances de gol en jugadas tan plásticas y vistosas como efectivas. Volvió a ser él mismo.
Sergio Romero es parte del Manchester United inglés, tiene 29 años y solo jugó 10 partidos en la Premier League y fue suplente de David de Gea en esta dificil campaña de los Red Devils en la que solo ganaron la FA Cup. Su estilo de juego es espectacular y ha tenido una Copa América Centenario destacada.
En la fase de grupos únicamente recibió un gol en contra que le hizo justamente Chile por conducto de José Fuenzalida.
En cuartos de final recibió uno más ante Venezuela y en las semifinales dejó una vez más su arco en blanco ante Estados Unidos.
Su actuación a lo largo de la Copa América Centenario ha sido pareja y con lances espectaculares, y salvadores en cada encuentro.
Los ojos y la atención de millones de aficionados estarán lejos de ellos en la final de la Copa América Centenario.
Pero una estirada, un lance a velocidad, una reacción de reflejos o de intuición suyos pueden hacer la diferencia entre la gloria futbolística de la victoria o el más solitario de los infiernos de la derrota.