Brasil salió como favorito ante una selección de Haití considerada entre las más débiles de la Copa América Centenario. Fue cuestión de tiempo para el Scratch que no encontró un rival contendiente ni técnica, ni estrategicamente hablando.
Las claves en la goleada de Brasil sobre Haití
Muchos lo esperaban ante las diferencias de nivel, pero Haití tuvo su momento.
Haití pudo aguantar 13 minutos
En los primeros minutos Brasil tuvo el balón, generó 4 disparos a gol mientras Haití superó la media cancha en una ocasión. El dominio en posesión de balón fue contundente en favor de los brasileños. Tarde o temprano caería el gol y así fue mediante el potente y colocado disparo de Coutinho para el 1 – 0.
El factor Coutinho
Después del 1 – 0 Brasil conservó la posesión de balón, sin tantas llegadas a la portería pero tampoco ilusionando a Haití que pudiera hacer algo. El toque de balón, las combinaciones y el control se mantuvieron sobre todo por derecha hasta que Coutinho solo tuvo que empujar suavemente el esférico para el 2 – 0.
Brasil por la bandas y las carencias de Haití
Filipe Luis por izquierda y Dani Alves por derecha, el juego por las bandas fue lo que Brasil explotó para llegar al área haitiana. El trabajo se facilitó debido a las carencias técnicas de los caribeños: Demasiados espacios, cero marca, ni siquiera fueron contendientes en el juego aéreo. Todo este concepto se reflejó en el tercer gol, Renato Augusto en fácil remate con la cabeza.
Velocidad y buen toque ante la inocencia
Con el marcador en contra 0 – 3 Haití trató de ir al frente para lograr algo, sin embargo los brasileños aprovecharon la inocencia combinada con falta de precisión de los caribeños para dar latigazos de buen toque y velocidad aunque no a fondo. Esas fueron las circunstancias para aumentar el marcador en la segunda parte del partido.
El momento de Marcelin
Para un torneo es crucial que haya vida en los participantes. La emoción es factor fundamental en este deporte. Haití pudo combinarse para crear una jugada que James Marcelin culminó empujando el balón a la portería brasileña, fue el 1 – 5, suficiente para hacer explotar la tribuna y el júbilo de los aficionados haitianos en una celebración por llegar a la meta a pesar de todas las adversidades.