La Vinotinto vio acabado su sueño en la Copa América Centenario en gran parte por sus nervios y por los errores ante una Argentina comandada por Messi que no los perdonó.
¿Venezuela puso las ganas y Argentina los goles?
Los venezolanos le lucharon a Messi y compañía pero fueron víctimas de sus errores en los cuartos de final de la Copa América Centenario.

Los venezolanos llegaron como una de las grandes sorpresas de los cuartos de final teniendo la intensidad, garra y buena defensa como sus cartas de presentación.
Pero enfrente se encontrarían con un equipo con jugadores que cumplieron con el rol que les impuso Martino desde el vestidor.
Comenzando con el portero Sergio Romero quien atajó los disparos de Venezuela en el momento justo para evitar una reacción de la vino tinto incluyendo el penal de Luis Seijas.
Seguido por la voz de mando en defensa y medio campo de Javier Mascherano para coordinar a sus compañeros y apretarlos en los momentos de flaqueza.
Y en ataque la labor de Messi e Higuaín, el primero con destellos en los momentos justos para iniciar el camino a la goleada con sus asistencias y después con la definición para la tercera conquista.
Lionel flotó entre la media cancha y la delantera a su gusto, fue esta libertad la que rompió el esquema defensivo del rival, ya que no se le podía mandar marca personal y variando el costado en el que se desempeñara abrió espacios a sus compañeros de media cancha como Banega, Gaitán y Lamela.
En tanto Gonzalo con sus goles en tiempos justos para ir dándole forma a la victoria y de paso maximizando los errores defensivos de Venezuela.
Los venezolanos pusieron la garra y la intensidad, pero su novatez en estas instancias le terminó cobrando factura. Ellos solos le facilitaron el triunfo a Argentina con 3 jugadas.
La primera el balón mal retrasado que terminó convirtiendo Higuaín en gol, el segundo el penal fallado por Seijas que desmoralizó al equipo antes de terminar el primer tiempo y con el cual se hubieran puesto a un gol de distancia momentáneamente.
Finalmente, el gol de Lamela, quien anotó segundos después del descuento de Rondón en parte por la mala marca de la zaga vino tinto. Justo cuando Venezuela pudo pensar en acercarse en el marcador.
Messi brilló lo suficiente y encaminó a los argentinos a una semifinal más, una semifinal que Venezuela seguirá esperando a que llegue en su historia.