SAO PAULO, Brasil.- El Sao Paulo derrotó al San Lorenzo, el actual campeón de la Copa Libertadores, con un gol agónico de Michel Bastos en el minuto 89 por la tercera jornada del grupo 2.
El gol de Bastos salvó a un Sao Paulo en uno de sus días más grises y castigó al San Lorenzo, que acudió a Brasil con un planteamiento totalmente defensivo.
El Sao Paulo subió así a seis puntos, con los que se aferra a la segunda plaza de la zona, tres por debajo del Corinthians, que lidera la manga en solitario con nueve puntos, mientras que San Lorenzo es tercero con tres unidades y el Danubio uruguayo es el último sin haber estrenado su casillero.
En el partido, San Lorenzo, con dos líneas de cuatro jugadores muy juntas, anuló a Paulo Henrique Ganso, el principal creativo del Sao Paulo y el equipo brasileño no supo hallar otras alternativas.
El Sao Paulo estuvo muy espeso en la primera parte, cuando casi no tuvo ocasiones, y más vivo en la segunda, cuando abrió el campo y apareció más Luis Fabiano, aunque los laureles se los llevó Michel Bastos con su gol salvador.
Nada más comenzar el partido, el Sao Paulo amenazó con un remate al poste de Bastos, pero esta ocasión sería a la postre la única que ocurrió hasta el descanso.
Con la lesión de Alexandre Pato en el minuto 17, los brasileños perdieron la capacidad de desborde y la verticalidad que tuvieron en el inicio del partido.
En esa etapa, el juego del Sao Paulo se concentró demasiado en la zona central y fue presa fácil ante la intensa presión del San Lorenzo.
El equipo argentino aguantó el tipo en un inicio complicado, fue tomando confianza y hacia el final de la primera parte se atrevió a subir al ataque y a probar suerte con tiros lejanos.
Tras el descanso el Sao Paulo logró ensanchar el campo algo más y en consecuencia produjo más ocasiones, entre ellas un nuevo remate al poste de Luis Fabiano y un gol del argentino Ricardo Centurión anulado por un dudoso fuera de juego.
Ante el creciente empuje brasileño, el San Lorenzo se replegó más y más y dejó toda la iniciativa al equipo local, que puntualmente llegó con peligro, casi siempre con Luis Fabiano entre los protagonistas.
En la mejor ocasión de los argentinos, en un contragolpe aislado a quince minutos del final, Pablo Barrientos remató con un tiro inocente, fácil para el veterano arquero Rogério Ceni.
Cuando el partido parecía estar condenado al 0-0, un centro desde la banda del lateral izquierdo Carlinhos halló a Bastos sin marcaje en el segundo palo y permitió al media punta hacer de cabeza el gol que cambió el guión del partido.