CARACAS, Venezuela.- El Deportivo Táchira venció por 2-1 al Cerro Porteño en el partido de ida de la primera fase de la Copa Libertadores, un resultado agridulce para los venezolanos que dominaron el encuentro pero dejaron la llave abierta al recibir un gol de visitante.
El conjunto 'Aurinegro' le bastó los goles del central argentino Javier López y el volante Jorge 'Zurdo' Rojas en los primeras instancias del cotejo para superar a su rival, que lo intentó en múltiples ocasiones y logró descontar con una joya del internacional paraguayo Jonathan Fabbro.
Los venezolanos salieron convencidos al campo, a jugar con buenos argumentos en la zona ofensiva y con gran movilidad de sus volantes, principalmente el experimentado Cesar 'Maestrico' González, que brilló en el mediocampo y propició el primer gol del encuentro.
El 'Maestrico' asistió con gran precisión a López, que definió de cabeza el primer tanto de los locales en el minuto 11.
Poco después apareció el 'Zurdo' Rojas con un destello de magia asombrosa, eludiendo a un rival a varios metros de la media luna paraguaya y sacando un bombazo impresionante de zurda que se clavó en la escuadra de la marco defendido por el guardameta Rodolfo Rodríguez.
Blas Caseres y Fabbro se juntaron en el centro desequilibrando la primera línea venezolana, pero no había casi participación de Rodrigo Rojas en cancha, convirtiendo en espectadores al español Dani Güiza y José Ortigoza.
Sin embargo la escalada de Bonett permitía adelantar al equipo y crear espacios a 'el Ciclón', que de a poco comenzaba a inquietar el marco de del portero local, Alan Liebeskind.
Un largo disparo de Fidencio Oviedo desde unos 40 metros sin peligro alguno mostraba la ansiedad en la que cayeron los paraguayos, que cerraron la primera mitad buscando la portera de su rival, pero sin éxito.
Fabbro descontó el marcador tras cobrar un gran tiro libre en el arranque del segundo tiempo.
El encuentro mantuvo siempre la intensidad y era de ida vuelta en cada meta.
Cerro tuvo una gran reacción y lo pudo haber empatado, pero después de marcar el gol de visitante decidió bajar sus revoluciones y cuidar su portería a sabiendas que el resultado no era tan malo.
Un remate cruzado de Ortiguoza en los segundos finales del encuentro generó un largo suspiro en el estadio Pueblo Nuevo de San Crstóbal, cuyos seguidores celebraron la victoria, aunque con un sabor amargo.